La perdida de Bayer en 2020 es de 10.500 millones de euros, frente al beneficio de 4.100 millones de euros durante el año anterior.

La firma químico-farmacéutica alemana atribuye este perjuicio en parte a las demandas que tuvo que afrontar de parte de EEUU por el uso de glifosato, un herbicida bastante potente y con efectos cancerígenos.

El conflicto se resolvió parcialmente después del anuncio de haber llegado a acuerdos extrajudiciales, con la consecuencia de perder en Bolsa alrededor del 3,5% con cada acción.

Asimismo, anotó una pérdida de 16.200 millones de euros en su beneficio operativo antes de impuestos e intereses, frente al beneficio de 4.162 millones de 2019, es decir, recortar el dividendo a dos euros por acción, frente a los 2,80 euros por título del año anterior.

La compañía logró resolver con acuerdos extrajudiciales 90.000 demandas, de un total de 125.000.

El consorcio al mando quiere resolver futuras demandas con un procedimiento especial, pero la propuesta aún no fue  aceptada por los tribunales estadounidenses. Su costo podría ascender a unos 10.000 millones de euros.

Para el caso positivo, Bayer podría pasar al tema de las demandas por parte de EEUU, a las que tiene que hacer frente desde que compró Monsanto por 63.000 millones de dólares.

Una vez resueltos los problemas derivados de la compra de Monsanto, Bayer espera que de frutos la cooperación con la compañía biofarmacéutica CureVac en la producción de vacunas contra el coronavirus. Aunque esta vacuna todavía está pendiente de aprobación.

Werner Baumann, presidente del grupo empresario admitió la pérdidas, al tiempo que mostró que los negocios de Bayer resistieron ante los efectos de la pandemia y que 2020 sirvió para sentar bases del crecimiento futuro, a pesar de todo.