Aunque Urtubey recela de la vuelta de Sergio Massa al peronismo, el jefe de los senadores nacionales justicialistas, Miguel Pichetto, difundió su encuentro con el tigrense que cada vez recibe más guiños de un PJ que busca candidato presidencial.
La reunión entre Sergio Massa y Miguel Pichetto tuvo al menos dos elementos importantes: el primero es que adelantaron que acompañaran al oficialismo en la aprobación del presupuesto 2017 que ya está por empezarse a discutir; mientras el segundo punto está relacionada con la interna del peronismo.
Hace poco más de un mes Massa y Pichetto habían participado de una actividad en Tigre, a la que se sumó el diputado y sindicalista del Bloque Justicialista, Oscar Romero, entre otros dirigentes peronistas. En aquel momento Massa elogió al senador rionegrino por haber aprobado la ley de autopartes. En esta oportunidad la reunión se produjo en el despacho de Pichetto, quien días atrás habló de Massa y el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey como las dos principales figuras de la “renovación peronista”, preciso Página 12.
El problema para el salteño es que cada vez más, Sergio Massa recibe el guiño de peronistas con poder territorial que adelantan que el tigrense tiene las puertas abiertas para volver al PJ y es mencionado como parte de la renovación. Dos aspectos de los que el salteño recela porque lo uno y lo otro le da clara ventaja al tigrense en cuanto a las aspiraciones presidenciales.
Para el colmo, el tigrense ocupa ya el rol que Urtubey pretendía ocupar hace no muchos meses: la de dar apoyo al macrismo a cambio de beneficios concretos. Ayer volvió a ocurrir: Massa y Pichetto adelantaron que aprobaran el presupuesto macrista pero que ello no será gratis porque exigirán a cambio que se den beneficios a las provincias tanto en transferencias directas como en el capacidad de endeudamiento. En el peronismo señalan que las provincias requieren de “determinadas garantías que deben estar consignadas en la ley de leyes”. Reclaman que las obras públicas se distribuyan equitativamente y no en función de la afinidad política, como viene sucediendo en la administración macrista.