Los medios nacionales aseguran que hay malestar y honda preocupación en la Casa Rosada por cruce de mensajes entre Prat Gay y Sturzenegger. Las discrepancias entre ambos funcionarios no son nuevas.

 

«Nada es casual», afirman en los pasillos de la Casa Rosada en referencia a las declaraciones mediáticas del ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay referidas a la que la inflación «ya no es un problema» y a la necesidad de un acuerdo social (que cabe señalar el presidente Mauricio Macri no tiene por ahora intenciones de convocar). Vale aclarar que estos dichos a lo que sumó un encuentro con la UCR no cayeron precisamente muy bien en el entorno presidencial como mensajes. Y, siguiendo con los hechos que no son no casuales justamente al día siguiente le sale a responder el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger aprovechando la invitación de la Universidad de Tel Aviv.

«La significativa desaceleración que mostrará la inflación en agosto aún no provee los elementos suficientes para que pueda concluirse que sea conveniente relajar la política monetaria que viene llevando adelante el Banco Central», dijo Sturzenegger aunque y quizás avalando que la inflación está bajando incluso más aceleradamente de lo esperado el BCRA hoy continúo recortando la tasa de interés en otros 50 puntos básicos llevándola a 28.25%. 

El titular de la entidad monetaria y para que no queden dudas insistió: «Lo que se está viendo es un nuevo round en una disputa que lleva meses y tiene final abierto». Además, explicó que «las expectativas de inflación para el año 2017 todavía se ubican por encima de las expectativas de la autoridad monetaria», cabe señalar que el Gobierno apunta a una franja para el año próximo entre el 15% al 17% pronóstico que entre los economistas privados genera bastante dudas.

Por las dudas que Prat Gay se haya olvidado, el titular del BCRA recordó «el camino a recorrer hasta alcanzar el objetivo de una inflación del 5% anual se encuentra todavía lejano», apuntó.

En tanto, en el entorno del ministro de Hacienda explican que las declaraciones de Prat Gay fueron «sacadas de contexto»; que en ningún momento minimizó la importancia de la lucha contra la inflación que «se refería a que el tema ya no estaba en los medios», explican sus colaboradores. Este martes, al término de su encuentro en el Comité Radical Prat Gay aclaró que «La inflación es un tema que nos va a preocupar hasta que lleguemos al objetivo del 5% anual».

Cabe indicar que las discrepancias entre Prat Gay y Sturzenegger no son nuevas. En la Casa Rosada se comenta que desde el comienzo mismo del Gobierno, el ministro y el presidente del Banco Central tuvieron diferencias, ya que al primero se lo asocia con una posición de carácter «keynesiana», mientras que al segundo se lo considera un «monetarista». 

Una de las principales contribuciones de Lord Keynes a la teoría económica fue su preocupación por el comportamiento de la demanda. Desde su lugar, Prat Gay también se manifestó preocupado por la demanda cuando, en reuniones reservadas, manifestó su discrepancia con la decisión del Banco Central, allá por febrero pasado, de elevar al 38% anual el rendimiento de las Lebacs. Esta medida – exagerada según interpretaron en el Palacio de Hacienda -encareció el costo del dinero y, sostienen – contribuyó a acentuar la recesión del primer semestre -el INDEC recientemente informó que la actividad económica cayó 1,3% en el primer semestre y más de 4% en junio.

En cambio, la posición de Sturzenegger tiende poner el énfasis en la cantidad de dinero como factor determinante de la inflación y, a diferencia de la posición de Prat Gay, a preocuparse en menor medida por la actividad económica, por lo menos a corto plazo.

Las autoridades del Banco Central recibieron una pesada herencia en este sentido, ya que debieron enfrentar, entre otros problemas, el exceso de emisión derivado de las operaciones de dólar futuro. Y la encararon con esmero, según señalan en fuentes del mercado financiero, al punto que lograron reducir la expansión de los recursos monetarios al 20% anual mientras el producto bruto interno crece a una tasa nominal del 40%.

Se desconoce cuál será el resultado de la pulseada entre ambos funcionarios, pero un elemento a tener en cuenta es que el uso de los instrumentos (es decir la fijación de la tasa de interés o la regulación por otras vías de la cantidad de dinero) es facultad del Banco Central y la administración Macri ha ratificado su independencia.

A pesar de las aclaraciones de Prat Gay respecto de la inflación en la Rosada admiten que también cayó mal su reconocimiento de la necesidad de un Acuerdo Social. Es que Macri no ve la razón de llamar a un Acuerdo Social, «no se puede decir que no dialogamos» explican en su entorno. «No solo escuchamos a todos los sectores también tomamos en cuenta recomendaciones que nos parecen correctas» para explicar la razón por la cual no le ven el sentido a este tipo de convocatoria.

«Con el tema de las tarifas estamos consultando a gobernadores, intendentes, asociaciones de defensa del consumidor, en fin a todos aquellos que tengan algo que aportar», se defienden. También recuerdan que dado que no cuentan con mayoría en el Parlamente «cada proyecto de ley debe salir por conceso». Esta postura oficial en convocar un Acuerdo Social no le es desconocida al titular de Hacienda y por esta razón, sostienen que Macri se habría molestado por los dichos de su ministro.

Algunos en el Gobierno, que respetan la capacidad intelectual de Prat Gay, intentaban explicar estas declaraciones asociándolas con los dichos del ex ministro Roberto Lavagna cuando en el 2005 fue preanunciando su salida del gobierno de Néstor Kirchner. «Lo cierto es que a Macri no le gusta que le manden mensajes vía los medios», explicaban en su entorno. Prat Gay tendrá la oportunidad de aclarar sus dichos al Presidente cuando se vean en China en la cumbre del G20.

Fuente: Ámbito Financiero