Ninguno quiere quedar desamparado por los santos. En el inicio del triduo del Milagro, ministros y secretarios de la provincia y el municipio participaron de una misa junto a Cargnello y hablaron sobre peregrinos, crucifijos, Iglesia y Estado.
Funcionarios provinciales y municipales participaron esta mañana de la misa presidida por monseñor Mario Antonio Cargnello en la que se resaltó la figura del Peregrino, como elemento de conexión entre el poder eclesiástico y el pueblo católico al que constantemente alude para legitimarse. En este sentido el gobernador de la provincia, Juan Manuel Urtubey, manifestó: «La conmovedora expresión de fe que cada año vemos que es más grande, nos tiene que hacer reflexionar. El salteño es un pueblo de fe y particularmente una fuerte pasión por el señor y la virgen del milagro».
Consultado sobre la polémica desatada en la Cámara de Diputados, tras la remoción del crucifijo del recinto, comentó: «Las cosas no se resuelven de esa manera. Creo que plantear esas cuestiones en ámbitos que son tan arraigados culturalmente, es un disparate».
En relación a la reapertura de paritarias solicitada desde diferentes gremios agregó: «Vamos a seguir a seguir conversando porque es obvio que ha quedado atrasada»
El mandatario también se refirió al encuentro que tuvo ayer con el intendente Gustavo Ruberto Sáenz en ocasión de la reinauguración de un espacio verde: «Hay que leer que se reinauguró la paza árabe con un espectáculo de aguas y luces realmente bárbaro. Se están arreglando una cincuenta plazas en la ciudad y eso está bueno», finalizó.