Un zapatero boliviano casi fue linchado luego de que lo hallaran en medio de una extraña situación: estaba empomando a un perro. En su defensa adujo estar bajo los efectos del pegamento.

Martín Villegas Colque, vecino del barrio paceño de Sopocachi, fue el primero en dar la alerta luego de que hallara a su mascota en manos de este depravado que luego fue golpeado salvajemente por vecinos de la zona.

“Yo lo andaba buscando a mi perrito, porque se me fue por la mañana y hasta la tarde no volvía”, dijo el dueño, entre lágrimas, a nuestro enviado especial a comprar coca a la capital administrativa boliviana.

Resulta que el pequeño can salió de la casa del antedicho sujeto a hacer sus necesidades en la vereda del vecino, oler postes y esas cosas que hacen los pichichos cuando salen a la calle. Pasaron las horas y “Colita” -como fue identificado el animal- no retornaba al hogar, hecho que desencadenó una búsqueda por parte de la familia Villegas.

Martín comentó que tras dos horas de intensa búsqueda y posteo de fotos en redes sociales, dieron con el animal cuando escucharon los aullidos que provenían del interior de la zapatería “La pisada veloz”, propiedad de Evaristo Carmelo Serrudo, quien fue sorprendido, como se dice, remachando la suela.

Al zapatero lo conocían por andar siempre con la mirada perdida, las manos llenas de pegamento para zapatos (aún cuando no estuviera trabajando) y acariciando con mucho cariño a los perritos de la zona, según pudimos averiguar tras una breve entrevista con sus vecinos. Otros aseguraron que andaba dado vuelta como media de tanto aspirar hasta el fondo de la lata.

Si bien no hubo penetración, los frotes insistentes en el pequeño animal generaron la reacción que terminó con Serrudo lleno de mordidas que no sintió al estar pasado de pegamento. Tampoco parece que se hizo mucho drama cuando lo cagaron a patadas entre familiares y vecinos del can.

El sujeto fue detenido luego de que se alertara a la policía paceña. Consultado por El Polichombi vía audio de wasap, el sargento Milton Melgar (otrora mediocampista de River, hoy entregado a su verdadera pasión: ser cana) comentó: “Llegamos a la zona tras recibir un llamado anónimo. Cuando arribamos el masculino se encontraba rodeado de 7 personas que en ese momento le propinaban golpes con los pies y palos. El susodicho, supimos tras la investigación realizada con posterioridad, había sido sorprendido en actitud sodomita, puesto que lo habrían pescado intentando cometer acceso carnal contra la humanidad de un pequeño perro, a su vez identificado como Colita Villegas, según luego comentaron sus familiares, testigos a su vez del hecho reportado anteriormente”.

Una vez arribaron los uniformados se separó la gresca y se pudo constatar que Colita no había sufrido ningún daño, salvo el susto de haber sido frotado cual zapato que se lustra para sacarle brillo.