La mujer pidió declarar sin la presencia de los imputados y especialmente solicitó no cruzarse con Hugo Carrizo y el testigo Bobadilla conocido como Tomy Correa.

Por Andrea Sztychmasjter

Una madre que tiene a su hijo detenido en un centro de menores, que lxs psicologxs del Ministerio Público aseguran que es peligroso para otras personas, que la fiscalía sostiene que es el único asesino de la señora Palomo. Una madre que llora desconsoladamente frente a un tribunal de juicio.

Una madre que llora en la sala de audiencias y no encuentra consuelo. Llora frente a los abogados defensores, llora frente a los fiscales, llora y no encuentra consuelo.

Llora y asegura que unos policías obligaron a su hijo a que se haga cargo del asesinato de Sandra Palomo, los investigadores encargados de dar con la «verdad real», esa que los defensores de los imputados repiten querer conocer.

Durante la declaración de la madre del menor declarado inimputable -señalado de ser el único asesino de la mujer- los abogados defensores de Carrizo y Ian Caro sentados al lado hablan por lo bajo mientras la mujer declara, intercambian palabras. Parece como si acordaran sobre cuáles puntos preguntar, parece que comparten la misma estrategia defensiva aunque los imputados sean dos chicos diferentes con diferentes grados de participación en el hecho.

Los abogados le preguntan por su novia, si se encontraba triste, le preguntan si a su hijo les gustan los videojuegos, si les gustaban los vehículos. La madre asegura que su hijo tenía una novia, le gustaban los autos como a cualquier adolescente e iba al psicólogo desde  los 6 años cuando le dijeron quién era su padre.

Durante las audiencias, los fiscales y los abogados defensores insistieron ante algunas preguntas realizadas a algunos testigos referir lo que un investigador policial propuso en base a suposiciones; se trata de por qué el menor asesinó a la señora si no le robo nada: que el joven por culpa de los videojuegos asesinó a la mujer para dar unas vueltas en su camioneta y luego dejarla a una cuadra de su casa. Además que justo ese día estaba triste porque se había peleado con su novia.

Esa son las respuestas a las que llegan los policías y fiscales en Salta. Y es el por qué tantos casos siguen impunes.

Obligado a hacerse cargo

La mamá del menor, testigo propuesto por la querella, aseguró que su ex pareja tenía una camioneta Amarok gris y pidió al Tribunal si podía dejar una fotografía de la camioneta.

La mujer contó con detalles lo sucedido el día anterior a que su hijo sea detenido, el 31 de agosto cuando asesinaron a la señora Palomo, describió que ese día su hijo le dijo que iba a ir hasta laplaza de Tres Cerritos porque Hugo Carrizo “andaba cerca” y le devolvería las llaves de su casa que hacía unos tres meses se las había olvidado en su casa cuando se quedó a dormir.

“Voy y vuelvo, me dice.  No volvió hasta las 6 y media, 7 de la tarde. Cuando volvió entró de golpe, donde te fuiste, estaba con tierra”, sostuvo.

“Él me dijo que se había agarrado a pelear y un amigo lo había traicionado, supongo que Carrizo. Se entró a bañar, la llamé a mi hermana para que lo hablara. Estaba raro como asustado. Estaba como cuando uno vio algo y se queda asustado. Me dijo ya vuelvo voy a la casa de mi abuela. Se quedó a tomar mate con su tía. Volvió a salir”.

Al ser consultado si su hijo traía puesto una ropa diferente con la que salió, la madre respondió que sí: “El me dijo que se la habían dado unos chicos. Me dijo que esa ropa ya se la iban a dar. L estaba callado, le dije que no iba a salir. Al día siguiente nos fuimos a mi mamá y empecé a ver en la cuadra y los vecinos comentaban de una camioneta. No quería salir L.”

La mujer declaró que el domingo “tarde como a las 1 y media tocaron el timbre fuerte salí y L estaba durmiendo con la luz prendida. Era un señor con gorra me decía que andaba buscando a un tal Picareli porque andamos investigando la desaparición de una persona, si podemos hablar con su hijo, L empezó a temblar del miedo. Abrí la puerta, mi hijo salió y el señor le dice qué había pasado porque ellos tenían un video, que hiciste ayer vos donde anduviste. Empezó a hacer preguntas en la parte trasera, había un señor y le dijo que cuente después me hicieron bajar”.

La mujer aseguró que los hombres que no se encontraban identificados como policías le empezaron a decir a su hijo, adentro de una camioneta estacionada en la puerta de su casa: “Mira chango nosotros estamos cansados desde ayer que andamos buscando información”.

“Mi hijo empezó a decir que había estado con Carrizo y con un tal Damian y los demás no los conocía”, ellos le decían “El único que está acá sos vos”, mientras le mostraban un video filmado por Carrizo.

“El Señor apellido Costello manejaba la camioneta. Le empezó a decir que se haga cargo de la muerte de la señora. No señor, le decía mi hijoi ‘si porque sos el único que ésta’. Le estaba diciendo que se haga cargo. Bueno entonces quienes son los que estaban con vos. Mi hijo le explicaba que habían ido por un camino. Le mostraba que esos chicos que no conocía que le preste un celular, veía las actitud de esos policías”, declaró la mujer.

La madre aseguró que sintió el “avasallamiento de cómo llegaron a mi casa y que querían que mi hijo se haga cargo”.

“No querían dejarlo. No sabía que hacer porque de la manera que llegaron a mi casa me generaron mucho miedo, le decían que sea cargo de la muerte de la señora y que tenían un video y que estaban cansado. Ellos decían que se lo iban a llevar. Nunca estuvimos adentro de una oficina. Estuvimos afuera de un edificio. Querían que L hablé pero no le daban oportunidad. El les decía ‘No entiende que yo no estaba solo pero si yo hablo me van a matar’. Mi hijo iba diciendo pero ellos no le creían. Veía que era de madrugada. En un momento me dicen que descienda de la camioneta. Estaban los dos dentro de la camioneta.

La señora aseguró que el comisario Costello junto al chofer de la camioneta se quedaron solos con su hijo en la camioneta miestras a ella la obligaran a que se bajara. Cuando estábamos en la camioneta dijo que estaban con Hugo, Damián y a otros dos chicos que no conocían.

Una madre que teme

Al ser consultada por qué expresó tener temor hacia el imputado Carrizo y otro testigo conocido como Tomny Correa, la madre respondió:

“Tomy Correa era muy amigo de Carrizo. Tomy era un chico que apareció a mi casa de la nada, caía cuando yo no estaba, un día  volví más temprano  y él estaba. Me desafiaba, me hablaba se me reía en la cara”.

Sobre Carrizo la madre respondió “Porque mi hijo siempre le dijo que lo tenía amenazado conmigo. Me preguntó si yo estaba bien que Hugo te puede hacer algo a vos, pero él me dijo que él te va a matar. Yo tengo temor siempre lo tengo”.