Medios nacionales se hicieron eco del caso del cultivador salteño sobreseído después que le encontraran 61 plantas de Cannabis en su vivienda. El abogado contó a la revista THC la importancia de la decisión de los jueces.

Hace tiempo tuvimos la oportunidad de realizarle una entrevista sobre los casos de microtráfico al abogado salteño Fernando Ruarte, quien también tomó la defensa del hombre a quien le encontraron 61 plantas de Cannabis en su vivienda tras una denuncia anónima.

“Este caso es uno de los más importantes del norte del país si se tiene en cuenta que son 61 plantas. La fiscalía declaró que no se trataba de escasa cantidad para entender que era por consumo personal pero demostramos que no existen indicios de comercio”, explicó el abogado Fernando Ruarte a la revista THC.

Los jueces se basaron en el  Fallo Arriola, que consideró inconstitucional la persecución al consumidor.

Además, Ruarte presentó su caución personal para lograr la excarcelación de Horacio e hizo testificar a la tía del joven, usuaria medicinal, quien declaró ser dueña de la mitad de las plantas. “Voy a seguir cultivando. Estoy en mi derecho. Sé que hay mucha gente a la que la Cannabis le hace bien. Fomento el autocultivo entre mis conocidos y trabajo en conjunto con asociaciones de madres que tratan a sus hijos con marihuana medicinal”, dijo Horacio.

En febrero ya lo habían allanado pero no le iniciaron ninguna causa. “Cuando pasó el fin de semana, porque fui detenido un viernes, ya estaba pensando de qué iba a trabajar en el Penal de Güemes: realmente creí que estaba todo mal. Te hacen sentir que te mandaste una cagada, que sos culpable de algo”, contó.

La casa de Horacio fue allanada el 3 de junio tras una denuncia anónima. El joven, detenido en la Alcaidía de la ciudad de Salta, fue investigado por posible comercio, informó el sitio Cosecha Roja.

Once días más tarde la justicia determinó que Horacio no había comprado ni vendido ni marihuana ni nada que se le pareciera. Por eso, los magistrados decidieron aplicar el fallo Arriola entendiendo que las plantas estaban destinadas al consumo personal tanto del joven como de su tía, una mujer de 84 años que trata sus dolores con crema y aceites cannábicos.