Enigmático, con dos libros publicados y un tercero en camino, Cecilio Pastrami, el más escondido de los nuevos narradores salteños accedió a una entrevista. Hablamos de sus influencias, de la vida fuera de Salta, la venta de choclos como soporte de la literatura y demás cuestiones en una entrevista rara. (R.E.)

Cecilio Pastrami es un tipo esquivo, al que nadie, o casi nadie le conoce la cara. Dentro de la literatura salteña actual forma parte de los escasos narradores con libros publicados en los últimos años: Doppelganger (2010) y La búsqueda hacia todas partes (2012), además de publicar escritos varios en un blog que hace un tiempo ha dejado de actualizar. A partir de estas lecturas y ante la sorpresa de encontrar un narrador que no le cante a los valle ni a los ponchos es que nace la idea de entrevistarlo para conocer un poco más de su trayectoria y preferencias literarias.

El blog no es precisamente de Pastrami, sino que un Editor (cuyo nombre resguardamos a pedido del mismo) se encargó de recopilar los textos que Cecilio al parecer iba desperdigando por la vida. A partir de un rastreo exhaustivo es que dimos con este personaje anónimo y vía mail intentamos contactarnos con el autor. La respuesta ante la simple pregunta fue la siguiente: “Cecilio después de años de vagar por el mundo, y hastiado de la condición humana, decidió volver a su Salta natal y recluirse en una choza de la quebrada de San Lorenzo, esto fue a finales de los 80 y durante mas de veinte años vivió en la tranquilidad del bosque, escribiendo y viviendo de la tierra. Todo habría seguido así si no fuera porque un hecho aberrante, un crimen de dos muchachas francesas, comenzó a atraer indeseables. Temiendo que lo incriminaran, escapó. Hoy escribe desde la clandestinidad, es raro que se preste para una entrevista”.

Entonces teníamos dos opciones: estábamos ante la posibilidad de un genio ermitaño que se alejó voluntariamente de la vida mundana para dedicarse íntegramente a la escritura o teníamos del otro lado a un pelotudo que se las daba de misterioso. Optando por una situación intermedia, insistimos en un encuentro que fue nuevamente rechazado y la última que quedaba era la virtualidad; propusimos una entrevista corta por chat, aceptaron con un par de condiciones: pocas preguntas, la plataforma de mediación sería el MIRC y tanto editor como autor participarían de las respuestas. El siguiente es el resultado de esta rara entrevista.

C.P.: ¿Cuál es el su pasado escritural en cuanto a la relación con la ficción, influencias a la hora de escribir, preferencias estéticas, geográficas y etcétera?

Cecilio: No podría individualizar uno o diez escritores. Seguro que Borges y Cortázar, dos buenos chicos que están detrás de casi cada escritor nacido en este lado del mundo. Es más creo que lo novedoso sería encontrar alguien que no intente copiarles. Después me gustan mucho los autores británicos y yanquis. Me tildarán de eurocentrista y/o imperialista pero gustos son gustos. Otro que también influyó mucho en mi  es Coelho. A la hora de escribir, intento hacer exactamente lo opuesto a lo que él hace, lamentablemente a veces me salen cosas que parecen sacadas de “no se quién decide morir”; esos son los momentos en los que desearía haberme dedicado a la abogacía.

Dos que leí mucho en aquellos años son García Márquez y Vargas Llosa, ahora los aborrezco. Sin embargo, tengo que admitir que Vargas Llosa tiene talento para el humor, no me extraña que esté tan metido en política ahora.

C.P.: ¿Cuál es la relación existente entre el Editor, Sandrita y Pastrami? Hay un par de entradas en el blog que hablan de ello, pero como ya no lo actualiza, hay que poner al tanto a los nuevos lectores.

Cecilio: Según ella, es descendiente directa por línea materna del último emperador inca del Tahuantisuyo, la conocí cuando yo vivía en la quebrada de San Lorenzo y ella vendía quesillos a los turistas. Tuvimos una relación intensa pero me traicionó para irse con un poeta sin alma llamado Chamorro. Es una mujer nefasta y mi editor podrá dar fe de ello, el también tuvo algo con ella, aunque no quiere admitirlo.

Editor: No coincido con Cecilio, hace poco estuve paseando por la quebrada y la vi, sigue vendiendo quesillos. Sandrita es una gran poetisa, lástima que cayó bajo la influencia de Chamorro. Estaba empezando a escribir poemas cortitos en un estilo arcaico inca. Lo sorprendente es que el estilo se asemeja mucho a los haikus japoneses. No me sorprendería que ambas culturas estuvieran conectadas a través de lazos ancestrales.  Lamentablemente desde que se fue con Chamorro, este influyó para que escribiera como los parnasianos, que es el estilo que él intenta imitar con resultados lamentables. Imagino que ahora ella escribe en ese estilo, pero no leí nada.

C.P.: Hay una constante en ambos libros: el viaje, muchas historias salen de la geografía local y transcurren en ciudades de otros continentes; y sus personajes tienen poco que ver con lo que sucede aquí (no en todos los casos, pero en varios) ¿Por qué la elección de ese exotismo para centrar la mirada? lo mismo pasa con algunos guiños culturales, como referencias al cine y la literatura.

Editor: El viaje en si es generador de literatura. Quizás es una manera de escapar de esta realidad, que es muy rica en algunos aspectos, pero muy limitada en otros.

Cecilio: Esto también tiene que ver con el exotismo, podría afirmar que es una exploración de otras realidades para entender la nuestra, pero la verdad que nunca pensé en eso. Creo que la respuesta más honesta a es que siempre renegué de la salteñidad, algo en cierta manera bastante deleznable. Si me pongo a pensar las razones de esto, tengo que pensar que todo fue culpa de los libros.  Ya no hay originalidad, lo que te estoy contando lo escribió Cervantes hace cinco siglos, y casualmente, lo que escribió también tenia como tema un viaje.

C.P.: En cuanto a la elección de los títulos, ¿cuál es el doppelganger, ese doble al que se hace referencia; y cuál es la búsqueda que se dispara hacia todas partes?

Cecilio: Doppelganger es una palabra que me gusta. Tanto a nivel de significado, de sonido y visualmente me parecía una buena palabra para poner grande delante de un libro. Aunque “Pedorro” también tiene fuerza expresiva y suena y se ve bien, pero claro, le falta el glamour del alemán.

La búsqueda, como título, por ahí tiene mas contenido. Puede ser que haya una búsqueda a lo largo de mis cuentos, pero no se de que es ni hacia dónde ni cuánto durará, quizás es una búsqueda universal y por eso me pareció que era hacia todas partes y cuando me refiero a partes, esas partes no son sólo espaciales sino también temporales, intracorporales, exoespaciales, multidimensionales e incluso estomagointestinales.

Editor: No es tan así, cada título refleja las preocupaciones de los cuentos del volumen. En Doppelganger, cada cuento nos habla de un otro yo que puede ser cualquiera: Una mujer que nos cruzamos en la calle, un escritor que tiene mas fama que nosotros, un extraño que nos replica en un sueño, un animal a punto de morir o dos cantantes que son las dos caras de una misma moneda y que a través del tiempo y el espacio están conectados por un tejido invisible.

La búsqueda por otro lado se regodea en el placer de buscar por buscar sin tener claro que buscamos o por qué lo hacemos. Y volviendo al tema del viaje, la búsqueda y el viaje tienen mucho en común. En el libro esto se ve a través de diferentes historias. Un artista que nunca se complace con su obra, una mujer que usa la sensualidad para justificar su existencia, un extraño en tierras remotas o un jugador que apuesta sólo por el placer de jugar, búsquedas.

Cecilio: Entreveo algo importante detrás de la idea de búsqueda. Quien no busca esta muerto.

C.P.: ¿Hay consistencias entre ambos libros? qué se mantiene y qué se ha modificado entre uno y otro.

Cecilio: Doppelganger funcionó como un exorcismo, una liberación. Fue dejar salir a ese monstruo que todo escritor lleva dentro. Ahora bien, una vez fuera el mostro quiere comerse el mundo. Esa es la búsqueda. Infértil pero inevitable.

C.P.: ¿Cómo va la preparación del futuro libro?

Editor: El próximo paso es Demonologie, que ya esta escrito: Hoy por hoy, veo muy difícil la publicación. Estamos hablando con nuestro mecenas, un empresario del campo.

Pastrami: Es un amigo mío que vende choclos en la San Martín y Gorriti. Pero estos años estuvo complicado el asunto. Las ventas están bajas, sobre todo para el exterior, es decir, para los que venden en la calle.

Editor: Encima parece que en Suecia inventaron unos choclos que vienen sin pelos y están haciendo furor en Europa. Bueno, con respecto a Demonologie, son cuentos que exploran la maldad intrínseca del ser humano. A Cecilio le diga que haga una presentación, pero todavía no se anima, el problema es que no le gustan las criticas, yo antes le recomendaba cambios o le tiraba ideas hasta que un día me escupió en el ojo, ahí fue cuando decidí dejar que escriba lo que le dé la gana.