Por Irina Sternik/ Página 12
En enero del año pasado –recién el año pasado– New York Times dio el primer paso al nombrar a Jessica Bennett como editora de género. Luego le siguieron ElPais.com, ElDiario.es y los medios públicos españoles con editoras de igualdad en sus pantallas de TV. En la Argentina, adonde bien nos vendría editar la pantalla boba, ya son varios los periódicos que cuentan con esta figura aunque papel, online y redes aún no se comuniquen demasiado entre sí. Las12 entrevistó a una de las figuras inaugurales de esta nueva tendencia.
¿Cuál creés que es la razón de este nuevo movimiento en algunos medios del mundo?
Ana Requena Aguilar: –Lo que está pasando en las redacciones tiene que ver con lo que está pasando en las calles. En los últimos dos años, el feminismo ha sido uno de los movimientos que ha marcado la agenda política, social, mediática, en España y en muchos otros países, desde Argentina a Estados Unidos o India. En España, el movimiento Las Periodistas Paramos fue muy importante para la huelga feminista del 8M de 2018. Era la primera vez que las periodistas en España se autoorganizaban para ir juntas a una huelga. Los medios ya no podían ignorar las demandas de una parte de la sociedad para que el periodismo incluya la perspectiva de género, para que abandone sus tics machistas, y tampoco podían ignorar ya las reivindicaciones de sus propias profesionales.
¿En qué consisten dichas reivindicaciones?
A. R. A.: –Tienen que ver con la brecha salarial o el techo de cristal, pero también con la necesidad de repensar nuestras coberturas sobre violencia machista y sexual, el lenguaje, la masculinización de las opiniones, la necesidad de mejorar nuestros enfoques y dar a algunos temas la importancia que merecen y que quizá no han tenido por ser considerados asuntos de mujeres. Hay periodistas e investigadoras trabajando desde hace años en las redacciones y en las universidades para llevar a la práctica el periodismo con perspectiva de género, y ese trabajo ha coincidido con un momento histórico concreto que ha hecho que muchos medios se hayan dado cuenta de que necesitan a periodistas especializadas.
¿Cómo es el periodismo en España, con respecto al machismo y micromachismo?
A. R. A.: –Ha habido una fuerte toma de conciencia por parte de periodistas y de muchos medios de comunicación. En España, casos como el de “la manada” han hecho que repensemos la cobertura sobre la violencia sexual al mismo tiempo que la gente demandaba un periodismo que dejara de culpar a las mujeres y de arrojar estereotipos. Hace cinco años, cuando lanzamos el blog Micromachismos (@Micromachismos), apenas había historias de ese tipo en los grandes medios. Probablemente ésa fue una de las claves del éxito del blog, que muchas mujeres vieron cómo por primera se le daba relevancia periodística a algo que condicionaba sus vidas y a lo que, sin embargo, la sociedad se empeñaba en quitarle importancia. Ahora eso ha cambiado, tenemos competencia y el machismo cotidiano es noticia.
¿Qué actividades realiza una editora de género? ¿Se asemeja al robot del Finantial Times (que indica que un periodista está citando demasiados hombres y pocas mujeres) ¿Tiene que ver con estilo o con temáticas?
A. R. A.: –Bueno, espero aportar a mi redacción más que un robot. Estamos construyendo qué significa y creo que no será hasta dentro de unos años que podamos ver con perspectiva cómo fue y de qué sirvió nuestro trabajo. Para mí, implica coordinar los temas que de alguna manera tienen que ver con género -derechos sexuales y reproductivos, violencia machista, cuidados, igualdad y discriminación laboral, paridad, feminismo… y ayudar a que la perspectiva de género se aplique en todas las secciones de mi medio. No tenemos una sección propia llamada Género, precisamente para velar por esa transversalidad. Mi papel es buscar enfoques y aportarlos a nuestras discusiones y temas, pero también resolver dudas concretas que se presentan a los y las redactoras y jefes cuando hacen su trabajo. Estamos también tratando de equilibrar nuestros espacios de opinión y las voces expertas que incluimos en las informaciones. Para eso, por ejemplo, he elaborado un pequeño documento interno al que puede acceder cualquier periodista del diario y en el que hay varias bases de datos de expertas de todas las áreas. La idea es seguir con iniciativas como esta para sistematizar el conocimiento que vamos generando sobre, por ejemplo, qué términos usar y cuáles no, o cómo proceder cuando publicamos una noticia sobre un crimen machista.
En la Argentina contamos con @Columnistos, un bot de twitter que indica la cantidad de mujeres periodistas que firman en los diarios y siempre es preocupante su resultado ¿Tienen algún indicador similar? ¿Qué opinás sobre que haya paridad de género para equilibrar el número de voces?
A. R. A.: –Hay dos cosas. Por un lado, cuántas periodistas hay en las redacciones, de qué áreas se ocupan, qué importancia se da a esas áreas y cuánto y cómo firman. Por ejemplo, si todas las firmas que siempre aparecen arriba en la portada de un medio online son de hombres, si Política y Economía están masculinizadas y Sociedad está feminizada. Tenemos que atender a eso porque la segregación también ocurre dentro de las redacciones y tiene consecuencias para los y las periodistas y también para el periodismo que hacemos. Por otro lado, están los espacios de opinión y las voces que aparecen citadas como expertas o autoridad en nuestras notas. Ahí existe aún un sesgo de género clarísimo y cada cierto tiempo en España tenemos estudios que nos vuelven a señalar que la opinión está muy masculinizada. También esto está cambiando, aunque depende de los medios que miremos. Sí creo que igual ya no es aceptable una mesa de debate sin mujeres y que el medio que lee no tenga paridad en la opinión. Si desde los medios seguimos dándole la palabra mayoritariamente a los hombres seguiremos reproduciendo esa idea de que el conocimiento, la sabiduría y “lo importante” sigue sólo en manos de ellos.
La transversalidad de ElDiario.es permite que la perspectiva de género esté presente en todo el diario. Es un medio digital, creado y dirigido por ex periodistas de público.es. Según el Proyecto de Monitoreo de Medios, sólo un 24 por ciento de las notas publicadas tratan de mujeres y poco a poco, los medios se van dando cuenta. Sin ir más lejos, Clarín acaba de nombrar a Mariana Iglesias como “Editora de género contra las desigualdades y estereotipos”. Perfil cuenta con Diana Maffia como “Defensora de género”.