La UCR aspiraba a tener un candidato a vicepresidente. El anuncio de Cambiemos cayó como un baldazo de agua fría.

El anuncio de que el presidente, Mauricio Macri, llevará cómo compañero de fórmula al peronista Miguel Ángel Pichetto, no cayó nada bien en los dirigentes radicales. La UCR tenía como objetivo poner un vicepresidente propio y nuevamente se siente ninguneada. Por eso ayer dirigentes radicales de Salta expresaron su disconformidad.
El diputado Humberto Vázquez dijo que “para muchos dirigentes radicales y justicialistas, la noticia fue una especie de múltiple sismo”.

Y recordó que “Pichetto, fue quién puso obstáculos para evitar los desafueros de Menen y Cristina”.
La misma Elisa Carrió había tildado a PIchetto como el garante de la impunidad y la corrupción.

Por otra parte, Federico Nuñez Burgos calificó como “un baldazo de agua fría” el anuncio de la fórmula Macri–Pichetto. En ese sentido, Nuñez Burgos explicó que la mayoría de los correligionarios coinciden en que la vicepresidencia le correspondía a un dirigente del partido, vinculado específicamente con el esfuerzo y trabajo que realizaron los radicales para posicionar a Cambiemos dentro de la política nacional, aseveró.

No obstante, el correligionario analizó la fórmula desde un punto de vista general, y argumentó que Pichetto le da los votos del peronismo no kirchnerista a Cambiemos, que la UCR no tiene, por lo tanto consideró la alianza como una buena estrategia política.

Por otra parte, Nuñez Burgos adelantó los efectos colaterales que el ingreso del Justicialista al espacio pueden ser relevantes al punto de que podría generar la salida de otros políticos o dirigentes. El radical centra ese aspecto como un desafío para Cambiemos.

Humberto Vázquez finalmente pidió a sus correligionarios “abstenerse de apoyar una fórmula que le hizo daño al pueblo argentino”.