El viernes venció el plazo que tenía la Corte tucumana para expedirse en la causa sobre la joven Belen, la joven tucumana que estuvo más de dos años presa tras sufrir un aborto espontáneo.

 “Estoy muy dolida porque la Corte no resolvió lo mío y sigo esperando que salga la resolución, para que se sepa mi inocencia”, dijo ayer a PáginaI12 Belén. El viernes se había cumplido el plazo de 90 días hábiles que tenía la Corte tucumana para expedirse en su causa y resolver la apelación presentada por su abogada Soledad Deza en la que solicitó la anulación de la condena a 8 años de cárcel que recibió Belén, en un proceso judicial plagado de arbitrariedades y disposiciones ilegales. “La corte tucumana está en mora. Nos sorprende porque evidencia que no ha tomado nota de la importancia que tiene el caso de Belén a nivel nacional e internacional, por las repercusiones que ha tenido”, apuntó Deza.

Belén recuperó su libertad a mediados de agosto cuando la misma corte hizo lugar al pedido de cese de la prisión preventiva, que le había negado en su momento la Sala III de la Cámara Penal de Tucumán,  tribunal que la sentenció por homicidio agravado por el vínculo y alevosía. “Mi vida no es la misma. El viernes me agarró un ataque de nervios porque no sabía qué iban a resolver ellos (por los jueces del Superior Tribunal) y al ver que no resolvían nada me partió el alma porque estoy esperando que digan que no hice lo que me culpan, lo que me señalaron con el dedo. Deseo que se haga justicia lo antes posible para poder volver a mi vida de antes y conseguir un trabajo. Tengo que estar haciendo peluches, tengo que estar yendo a la casa de mis tías que me ayudan. No es justo que esté viviendo así mientras ellos (por los jueces) como si nada en su casa. Yo tengo que estar mendigando un trabajo, una ayuda. No es justo. El 21 de marzo se van a cumplir tres años”, dijo Belén a la periodista de Página 12 Mariana Carbajal.

A la espera de la sentencia, nueve organizaciones que se presentaron como amicus curia ante el Superior Tribunal –entre ellas el CELS y Amnistía Internacional– exigieron el viernes que la joven, de 27 años, sea absuelta y su condena anulada.