Visiblemente molesto, el concejal Ernesto Alvarado se refirió a la intervención del encargado del Tránsito de la ciudad en una reunión donde se trataba la intención de prohibir el ingreso de colectivos de larga distancia al centro. Lo mandó a hacer su trabajo.  

El proyecto del concejal Ernesto Alvarado señalaba a los micros de larga distancia  atendiendo a la problemática existente con este tipo de automotores, que dificultan el flujo vehicular, se debe optar por medidas que conduzcan a brindar una solución, sin que ello atente a la accesibilidad y eliminación de las barreras que impidan el uso y disfrute de la actividad turística, incentivando la equiparación de oportunidades.

El edil habló sobre la negativa del Subsecretario de Tránsito Nicolás Kripper de prohibir el acceso durante las 24 horas del día, dentro de un cuadrante establecido, a este tipo de transporte.

«Ya nos tienen acostumbrados a esto. Según la propuesta de él, va a ser una propuesta superadora. Esperemos que la haga llegar»- relató Alvarado.

Agregó además: «Kripper no está de acuerdo con la restricción las veinticuatro horas. Yo doy mi punto de vista políticamente incorrecto y en este caso, creo que cerraron filas atrás de los empresarios».

Explicó el concejal: «Nosotros tenemos que rescatar lo que se pueda de los que nos dicen los funcionarios, pueda yo como concejal creador de esta normativa, incluirla o no. De todas formas, yo creo que lo más importante en la exposición que tuvimos, que creo que fue lo más real posible, y quien trabaja en territorio, fue el Mayor Sosa, que también participó de la creación de esta ordenanza porque estuvimos charlando con él a ver qué implementábamos para colaborar con el tránsito y sobre todo para colaborar con los pocos funcionarios que tiene en calle la Subsecretaría de Tránsito. El explicó específicamente el problema, la falta de ángulo de giro, de la posibilidad de maniobra que tiene los colectivos, y cómo perjudican el tránsito. Creo que fue lo más positivo, creo que el único que no cerró filas atrás de los empresarios fue el Mayor Sosa, porque creo que es el que más sabe y vive el día a día».

«Independiente de las normas,  tenemos que tener control. Yo creo que el señor Kripper se tendría que dedicar a controlar más y hacer cumplir las normativas, y no dedicarse a presentar normas. El día que él sea concejal o diputado, bueno, va a tener esa posibilidad. Hoy, él es funcionario y tiene que dedicarse a controlar. Una de las grandes falencias que tenemos es la falta de control. Entonces, si él cumpliría su función como corresponde, tal vez no tendríamos nosotros los concejales que sacar normativas que tiendan a mejorar el tránsito de la ciudad»- reafirmó.

Finalmente destacó el presidente de la Comisión de Tránsito del Concejo Deliberante: «Esta norma no fue una idea de Alvarado contra los empresarios, ni contra los funcionarios. Fueron varios vecinos a quejarse al despacho y bueno, de escuchar a los vecinos y a algunos compañeros que vivimos en la calle trabajando, salió esta idea de tomar una decisión drástica en este sentido para beneficiar la transitabilidad de los salteños. Porque yo reconozco que el turismo es una industria sin humo, pero no por eso podemos perjudicar a los setecientos mil salteños que usamos las calles de la ciudad de Salta, incluidos todos los habitantes del área metropolitana que ya prácticamente pertenecen a la Gran Salta».