El gobierno de Macri indicó que la moratoria previsional que permitía jubilarse a quienes no tuvieran treinta años de aportes y que vence en septiembre de 2016 no será renovada.

Así lo confirmó el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, quien aseguró que están trabajando en una nueva ley jubilatoria.

En el año 2004, durante el gobierno de Néstor Kirchner, se puso en vigencia una moratoria previsional por la cual todas aquellas personas que tuvieran edad para jubilarse pero no la cantidad de aportes requeridos que exige el sistema pudieran hacerlo.

Si bien el objetivo era para varones y mujeres en general, de las 2.700.000 personas que accedieron a la jubilación, el 86 por ciento son mujeres.

Por esta razón es que la moratoria terminó siendo conocida como “la jubilación para amas de casa”. La no renovación de la misma perjudica directamente a miles de mujeres que han trabajado toda su vida pero dentro de la informalidad previsional.

Se estima que el 36 por ciento de las trabajadoras no tienen asegurados ni los aportes previsionales ni la obra social.

Es que históricamente los trabajos asignados a las mujeres fueron de una inequidad absoluta: tareas de limpieza, largas jornadas en el campo por una paga diaria mísera y en negro, sin olvidarnos del rol de cuidadoras por excelencia de todo familiar enfermo.

Aún aquellas que estudian y llegan a ser profesionales también son víctimas de una sociedad machista que las obliga a dejar sus trabajos para dedicarse al cuidado de los hijos, tarea sin recibo de sueldo que las llevará a una vejez sin respaldo económico alguno.

La moratoria ideada por el kirchnerismo surge en realidad como una salida de emergencia ante su rotunda negativa de incluír en la agenda el reconocimiento del 82% móvil. Y yendo un poco más profundo, tampoco pudieron eliminar la informalidad laboral que se tradujo en una brutal precarización, sobre todo para las mujeres. Es por eso que esta moratoria actuó a modo de frazada corta, cubrió el acceso a una jubilación, pero dejó sin solución el verdadero origen de la falta de aportes: un trabajo en blanco.

Cifras dadas por Anses indican que 9 de cada 10 personas que se jubilan con esta moratoria son mujeres, por lo que la medida que tomó el gobierno de Macri las afectará directamente a ellas.

Pero no solo se trata de no continuar con la moratoria, Basavilbaso sostuvo que es necesario que exista una nueva ley que contemple un haber mínimo lo más universal posible.

La universalidad a la que se refiere el titular de la Anses, no es más ni menos que reducir el valor de estas jubilaciones mínimas a un importe más bajo todavía ya que sostiene que: ““es injusto que la gente que contribuye reciba lo mismo que la gente que no contribuye”.

 

Este argumento sobre la supuesta injusticia no solo es canalla sino que parte de una premisa equivocada, en nuestro país cerca del 40 por ciento de los trabajadores están en negro, de modo que no aportar al sistema de previsión social no es una decisión que pueda tomar el trabajador sino una condición impuesta por la patronal.

Recordemos que Basavilbaso fue el director del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, organismo que según estadísticas que publica el propio gobierno porteño, no construyó un metro cuadrado en tres años. Además de subejecutar el presupuesto del Instituto y no brindarle solución a las personas que viven en las villas.

Es el mismo que el año pasado fue interpelado a raíz de la muerte del joven Cristian Crespo que cayó de una escalera en mal estado dentro del Complejo Habitacional Soldati, responsabilidad del Instituto. Finalmente tuvo que dejar su puesto en ese organismo y como premio lo nombraron al frente de la Anses.

 

Si bien el kirchnerismo fue el hacedor de esta ley, no le dio el status de permanente, dejándole vía libre a Cambiemos para dejarla sin efecto.

 

De hecho, ni siquiera la Asignación Universal por Hijo puede validarse como años de aportes, que luego puedan ser utilizados para estas mujeres que se dedicaron a cuidar a sus hijos. Un punto más que demuestra el corto y perentorio alcance de esta moratoria.

 

Por su parte, Basavilbaso confirmó que buscarán sancionar una nueva ley jubilatoria, claro que indicó que la discusión puede durar los cuatro años de mandato macrista. No hay que saber leer entre líneas para entender que lo que se disponen a hacer es lisa y llanamente negarle la posibilidad a miles de mujeres a tener una vejez digna, cobrando la jubilación que corresponde por tantos años de trabajo no reconocido.

Ochenta y seis por ciento de mujeres que accedieron a la moratoria no son solamente un número, son miles de mujeres que dentro o fuera de sus casas trabajaron sin opción ni posibilidad de exigir un sueldo en blanco. Eliminarla sin siquiera tener una alternativa para garantizar una solución es vulnerar una vez más un derecho humano básico.

Fuente: La izquierda diario