Entre casi el 63 % de la población salteña con problemas de empleo y las novedades que parecen ir asomando a la distancia, en las últimas horas se profundizó un aviso que habíamos hecho en nuestra pasada edición. En nuestro diálogo con el precandidato a Gobernador, Pablo López (Frente de Izquierda), el dirigente advirtió en relación a la posibilidad de cierre de la refinería de Campo Durán. F.P

El postulante por el FIT, en aquel artículo (ver edición anterior la nota titulada “Campo Durán en riesgo”) anticipaba que la orientación de los lineamientos en materia energética, recostados sobre reservorios no convencionales y energías eólicas, incrementaban un cese de actividades en plantas como las del norte de nuestra provincia, en la que ya se estaban dando despidos. Lamentablemente, nuestro entrevistado tenía razón.

Esta semana que termina, el representante de los empleados petroleros del sector privado, Sebastián Barrios, confirmó que ya se concretaron una decena de despidos semi encubiertos en Campo Durán y el asunto va mutando de feo a fulero. El sindicalista rechazó los argumentos de la firma Refinor, la que anunció estas desvinculaciones que aparentemente fueron logradas de “mutuo acuerdo”, al precisar que “no se trata de acuerdo mutuo entre las partes sino de despidos encubiertos”, dijo en una entrevista con el diario El Tribuno.

Además, apuntó que por esto la entidad gremial pidió “a la Federación Nacional que nuclea a los sindicatos de todo el país que denuncie esta situación ante los organismos nacionales competentes». El alerta amarillo en el establecimiento del norte provincial sucedió en medio de las cifras oficiales sobre desempleo, las que dieron que Salta tiene un 50 % de trabajadores no registrado y desocupación de dos dígitos: 12,7 % de su población económicamente activa que no tiene empleo.