El ejecutivo municipal celebró como un triunfo la certificación de calidad otorgada en Córdoba a la Agencia de Recaudación. Para obtener el reconocimiento se pagó a una consultora un monto superior al millón de pesos.

Por los fabulosos servicios brindados por la Agencia de Recaudación, la Municipalidad de Salta obtuvo la certificación de Normas de Calidad IRAM 9001:2015, convirtiéndose en el quinto municipio a nivel nacional en lograr este reconocimiento. Según relata el parte de prensa oficial, la intendenta Bettina Romero solicitó “desburocratizar los trámites y agilizar la atención a los vecinos”, y por tal motivo, la gestión fue galardonada.

El nombre del proceso por el cual se obtuvo la certificación es: “Orientación al contribuyente para la generación, presentación y pago de Declaración Jurada de TISSH, TGI, Impuesto Inmobiliario e Impuesto a la Radicación del Automotor”. Estos procesos corresponden a más del 90% de la recaudación municipal.

Quien viajó hasta Córdoba para recibir la certificación, fue Alejandro Levín, director ejecutivo de ARMSa. “Venimos trabajando fuerte para mejorar la atención a los vecinos. Somos el único municipio de la provincia de Salta que tiene esta mención y el quinto a nivel país”, manifestó el funcionario.

Sin embargo, lo que omiten contar los comunicados oficiales es que, para acceder a semejante certificación, la Municipalidad (o, mejor dicho, los contribuyentes) tuvo que desembolsar $1.056.000,00. La cifra se desprende de la contratación de adjudicación simple N° 76/22 – Expte. Nº 50993-SG-21 de febrero de este año.

El llamado, en concreto, se realizó para brindar el “SERVICIO DE CONSULTORÍA Y ASESORAMIENTO, PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE UN SISTEMA EVOLUTIVO DE GESTIÓN DE CALIDAD BASADO EN NORMA ISO 9001-2015, SOLICITADO POR LA DIRECCIÓN EJECUTIVA ARMSa – AGENCIA DE RECAUDACIÓN.”

En pocas palabras, la Municipalidad desembolsó fondos para que una consultora le ayude a calificar como municipio certificado, lo que equivaldría a comprar las respuestas de un examen de ingreso a Medicina y después festejar descaradamente la aprobación. Como dicen… Cada quien festeja lo que puede.