El pasado 24 de enero tuvo lugar la primera Huelga General contra el gobierno de Milei en el marco de las tensiones y negociaciones por el mega DNU y la Ley Ómnibus, que acaba de conseguir las firmas necesarias para tener tratamiento en la próxima sesión extraordinaria de diputados.
José Veronelli
Para una buena parte del sindicalismo y quienes se autoproclaman conocedores de los movimientos políticos de nuestro país el primer paro no fue tan exitoso ni alcanzó los números prometidos. En los albores de la historia antiperonista hubo un acontecimiento de similares características, donde propios y ajenos proclamaron intencional o inocentemente que aquella medida fue precoz y por sus efectos, un fracaso.
Un poco de historia
En el marco de un “nuevo gobierno” que había obligado a desplazarse al General Perón del puesto de Presidente Constitucional reelegido en el 51’, la autodenominada Libertadora (si, la dictadura del 55’ ya usaba la libertad). La toma del poder de aquella “Revolución” fue en septiembre con el bombardeo a Plaza de Mayo y Paseo Colón dejando un terrible saldo de más de 300 muertos. A pesar de la cantidad de víctimas que se llevó, la conciencia colectiva ha olvidado lo que trae aparejado para este país el concepto de libertad.
Con motivo del incumplimiento de los acuerdos logrados en las reuniones realizadas en dependencias oficiales por parte del gobierno militar durante las primeras semanas de octubre de 1955, la central obrera (CGT) hizo un primer llamado a una medida nacional. La fecha determinada fue el 2 de noviembre aunque tal anuncio no se hizo efectivo, pero hubo medidas parciales.
La medida para la jornada siguiente finalmente parecía debilitarse y quedar sin efecto, aquellos motivos para su ejecución eran dos: el asalto a algunos sindicatos por parte de grupo civiles y el objetivo de que se respetaran las conquistas de los trabajadores. Los principales sindicatos ocupados eran ferroviarios, canillitas, metalúrgicos, obreros de la carne, municipales, portuarios, mercantiles, petroleros, cerveceros, gráficos, periodistas y vitivinícolas.
Tras reunirse el día 1 de noviembre con Cerruti Costa, el Ministro de Trabajo de la “Fusiladora”, la central sindical establece algunas bases para una negociación, entre ellas la permanencia en el cargo de las autoridades de la CGT, permanencia de las autoridades de los sindicatos en sus cargos hasta que se realizaran las elecciones, incorporar veedores neutrales designados por el Ministerio de Trabajo y Previsión, que un interventor de las FFAA garantizara la realización de los comicios en los sindicatos ocupados y la libertad de todos los dirigentes políticos y sindicales que ya tenían “virtuales causas” por su identidad peronista.
Cerruti, Framini y Natalini se reunieron luego con quien sería después Vicepresidente de Aramburu, el Almirante Isaac Francisco Rojas en Casa de Gobierno. Cerruti Costa habló al país por radio lanzando una advertencia a los trabajadores, señalando que ligarse con intereses políticos – el peronismo – podía llevarlos “a una aventura trágica otra vez” en un marco en el que “las fuerzas armadas se han prestado voluntariamente para vigilar las elecciones sindicales, hecho único en la historia de los sindicatos del mundo”.
Marcó que durante el gobierno peronista se llevaron a cabo huelgas violentas que no consiguieron ganar la aprobación de Perón, tales como las de los trabajadores del azúcar, los ferroviarios, los bancarios y gráficos y remarcó que “las conquistas de los trabajadores han sido respetadas durante el mes y medio de este gobierno revolucionario”.
Los dirigentes sindicales salieron entonces por una puerta lateral sin hablar con el periodismo. Los representantes argentinos de la agencia de noticias estadounidense Associated Press hicieron circular respecto a la huelga que “era capricho de los cabezas, no quieren dejar su privilegiada posición y por eso es la huelga”.
Durante el 2 de noviembre fue visible en las calles la precaución que el gobierno tomaba ante el escenario, según describe la agencia mencionada “Grupos de policía antimotín y camiones manguera han tomado posición en lugares estratégicos de las afueras de la ciudad de Buenos Aires”.
El 15 de noviembre efectivamente se desarrolló la huelga general impulsada por la CGT y prontamente son detenidos Framini y Natalin, obreros metalúrgicos de Rosario comenzaron la huelga, lo mismo parcialmente ocurre en frigoríficos y en los servicios de transporte de la ciudad. Los titulares de los diarios porteños decían “Fracasó la huelga obrera anunciada para hoy”.
Algunos números del paro afirmaron que en la UOM 95% ausentismo, Carne 60% (en Frigorífico Swift 100%), Vestido casi 100%, Caucho 100%, Papeleros, Químicos y Afines 90%, Cervecero 75%, Textil 80%, en establecimientos Masllorens 100% y allí los obreros intentaron evitar la circulación de vehículos, siendo dispersados por disparos de la policía, en Frigorífico La Blanca 100%, en Frigorífico La Negra 100% y en Hilandería de La Plata 100%.
Desde fuentes oficiales se dice que en Avellaneda el paro tuvo un acatamiento del 60% y en Rosario un 50%. En el Frigorífico Armour del turno nocturno no concurrieron 180 de 200 obreros que lo conformaban y en Swift 380 de los 500 de igual horario, y con el correr del día el ausentismo se hace total.
Efectivos de la Infantería de Marina custodiaban las plantas petroleras de La Plata y las plantas frigoríficas. Entre otros hechos, los obreros del Automóvil Club Argentino se plegaron a la huelga y en las grandes plantas de La Cantábrica, Volcán y Molinos Río de la Plata el paro es fuerte.
Entre los incidentes registrados de la jornada se menciona que en Berazategui se cortaron cables de las señales ferroviarias en cercanías de la estación, hay fuego en un tren del FFCC Urquiza que iba de Chacarita a Martín Coronado (entre El Tropezón y Lourdes) y son heridas dos pasajeras; descarrila un tranvía en Murguiondo y J E Rodó en Mataderos; a las 0:35 es incendiado un colectivo 114 en General Paz y Chilavert en Villa Lugano; hay obstrucción de calles en Avellaneda y Lanús, un colectivero de la línea 224 obstruye el tránsito en Lomas del Mirador y allí hay detenidos vinculados al Partido Peronista de La Matanza.
A la 1,10 fue incendiado un tranvía en Villa Industriales, en la zona sur del Gran Buenos Aires. Un soldado es herido a las 4,00 de la madrugada cuando cuatro personas disparan contra autobuses que circulaban por Ramos Mejía, tras los cuales fueron perseguidos y arrestados.
En Ciudadela es herido un hombre que atendía un puesto en un mercado, al haber disparos desde un automóvil. Desconocidos ataron algunos parachoques de autos sobre las vías del FFCC San Martín cerca de Villa Ballester, pero el conductor de la formación que se acercaba pudo frenar a tiempo. Los cables de las señales ferroviarias fueron cortados cerca.
En Lomas de Zamora la policía disparó contra tres personas que habían detenido a un autobús levantando una barricada y dos de ellas fueron detenidas. Se intentó descarrilar un tranvía en Mataderos, cuando dos camiones fueron atravesados en las vías. En Avellaneda, Banfield, Florencio Varela y Merlo, entre otras localidades, hay numerosos detenidos por incitar a la huelga. Son detenidos obreros de la fábrica metalúrgica Arco de Haedo Hilario por amenazar con botellas con nafta.
Hoy
No es aventurado trazar comparaciones entre ambos inicios, debido a que se está en presencia de gobiernos profundamente antiperonistas que expresaron claramente su intención de avanzar contra las conquistas de los trabajadores, tanto en el 55’ cómo ahora.
Bajo cualquier pluma el paro del 24 fue contundente y masivo. A pesar de encontrarnos con altos porcentajes de adhesión, durante los días previos la Ley Ómnibus consiguió dictamen de comisión y avanza para ser discutida en la próxima sesión. No sin antes tener varios contratiempos entre los cuales está la propia postergación de la sesión, síntoma de necesidad de tiempo para seguir negociando los votos y aprobarlo.
El proyecto de Ley apodado Ley Ómnibus (“Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”) fue enviado al Congreso el pasado miércoles 27 de diciembre de 2023 por el propio Milei, aunque sobran las dudas y correcciones que desconocían los ministros del ejecutivo nacional que la firmaron. Contra varios pronósticos el mega proyecto obtuvo dictamen con 55 adhesiones más el detalle de 34 en disidencia parcial, lo cual por una parte, abre el paraguas para los diputados de la oposición, pero permite que avance para ser votado en la Cámara Baja.
La gran batalla legislativa tendrá lugar la próxima semana a pesar de los deseos del ejecutivo de querer votarla este mismo jueves 25. Las negociaciones implicaron eliminar aproximadamente 100 artículos del documento original que el Poder Ejecutivo había enviado, el aproximado no tiene que ver con una suspicacia periodística sino con la demora en la difusión del documento final con las modificaciones. Este panorama de tensas relaciones y negociaciones se repetirá hasta 2025 por lo menos, teniendo en cuenta que el “oficialismo nominal” solo cuenta con 37 votos y está obligado a dialogar por cada paso que de, con el PRO y el resto de los bloques para darle legitimidad parlamentaria a cualquiera de sus iniciativas.
A lo largo de todas las jornadas del plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Legislación General, Presupuesto y Hacienda persistieron los cruces y chicanas entre el oficialismo y las diferentes oposiciones. Desde las más “dialoguistas” cómo la UCR y la recién creada Innovación Federal hasta el mismo PRO, no escatimaron en solicitar bajas y modificaciones de los 600 artículos de la Ley.
Los días de tensión política y económica que atraviesa nuestro país no son más que un síntoma de época. Por ello, aunque se trate de un gobierno que acaba de asumir hace un mes y días, avanzó la necesidad de movilizar a las trabajadoras y trabajadores para expresar el descontento con las numerosas y categóricas medidas que golpean los bolsillos de casi todos los deciles de la Argentina.
Hasta marzo el clima político promete tener más de estos episodios, con un Caputo anunciando más medidas que afectan a la economía doméstica y benefician a la porción más concentrada de empresarios y multinacionales. Así como en el 55’, la actualidad promete unos años movilizantes y de mucha resistencia. Hizo falta esperar hasta 1958 para que volviera un gobierno menos peor. Bajo esas proyecciones que nos enseña la historia, se espera que esta actualidad no sea tan benévola y avance sobre cualquier atropello a la constitución y a los derechos conquistados.
La discusión de fondo siempre ha sido la misma, quien y con cuánto de la torta se queda el vencedor. La última vez que el pueblo trabajador estuvo cerca de aquel virtual “fifty-fifty” (55%-45%) de la distribución de la riqueza fue en el peronismo de 2005 a 2013, y lo más cercano en el tiempo fue en 2015 con el salario argentino convertido a dólares posicionado en primer lugar dentro de la región.
Bibliografía
César Marcos, testimonio en la revista Peronismo y Liberación, número 1, agosto 1974, p. 24. Marcos, junto a John William Cooke y Lagomarsino, fueron los primeros jefes de la naciente Resistencia Peronista
Daniel James, Resistencia e integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina
1946‐1976, p.70
https://www.anses.gob.ar/observatorio/creacion-de-la-secretaria-de-trabajo-y-prevision