las escuelas salteñas la discapacidad es una problemática que interpela, cada vez hay más personas que ingresan al sistema educativo, pero todavía persiste la falta de inclusión y la discapacidad.

Por Guadalupe Macedo

La educación es un derecho humano que debe ser garantizado para todos y las personas con discapacidad constituyen un grupo particularmente vulnerado. 

Tenemos que tener en cuenta que la población con discapacidad representa el 15% de la población mundial según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según su investigación “la discapacidad se encuentra representada de manera desproporcionada en las poblaciones vulnerables. La pobreza constituye un condicionante que limita las posibilidades de acceso a derechos básicos como son la alimentación, vivienda, salud, educación, etc.”.

Según el INDEC, en el año 2010 el porcentaje de analfabetismo es de 1,9% en el país, mientras que en Salta es de 3,1%. Según los datos del Censo del último censo destaca que la “población con dificultad y/o limitación permanente para ver, oír, moverse, entender o aprender” (PDLP) es del 16,2%, es decir, aproximadamente cuatro puntos más que la media nacional que es de 12,9%. Esto da cuenta de que la prevalencia de PDLP es mayor en Salta en relación con el total del país. La Dirección de Información y Estadística Educativa de la provincia presenta información respecto de la situación de estudiantes con y sin discapacidad en el nivel secundario en las diferentes provincias argentinas, a través de datos del Relevamiento Anual de escuelas. Se tomaron los datos vinculados a la provincia de Salta observando que del total de estudiantes que asisten a escuelas comunes en el nivel secundario, el 0,57% representa la población de estudiantes con discapacidad.

La pandemia mundial acrecentó la brecha y dificulto los accesos de las personas con discapacidad. “La falta de acceso a la conectividad y a políticas de sostenimiento de las trayectorias escolares, implicó que miles de alumnas y alumnos interrumpan su vínculo con las escuelas” expreso Francisco Rodríguez, coordinador del programa Derechos Sociales de la Niñez de Acij. En la virtualidad las diferentes necesidades de los estudiantes y la integración como la creación de espacios de socialización se vieron imposibilitado porque no todos los docentes conocían de la utilización de tecnologías para la inclusión como para la formación y muchos de los estudiantes no disponían de los recursos para poder estudiar en la virtualidad. Esto evidencio la necesidad de la formación de los docentes y la creación de políticas publicas para la inclusión, El coordinados de Acij afirmo: “es preciso pensar un sistema inclusivo real para las personas con discapacidad y las personas en situación de mayor vulnerabilidad social”.

“La educación inclusiva ha sido reconocida como la modalidad más adecuada para que los Estados garanticen la universalidad y la no discriminación en el derecho a la educación. En la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad se señala que, para que estas personas puedan ejercer ese derecho, han de existir sistemas educativos inclusivos; en consecuencia, el derecho a la educación es un derecho a la educación inclusiva” según el informe de la ONU. Las personas con discapacidad sufren la falta de acceso a vacantes escolares, la negación a la matriculación, el predominio del modelo médico de la discapacidad en las instituciones escolares y la ausencia de apoyos necesarios para el acompañamiento de las trayectorias educativas.

Las dificultades en la secundaria

Los jóvenes son los que más dificultades tienen en el acceso a la educación. Luego de la salida de la escuela primaria los estudiantes tienen dos opciones. Por un lado, esta como describe la Licenciada en Educación Natalia Barrozo: “la escolaridad en escuelas comunes, a través de procesos de inclusión, en algunos casos mediante acompañamiento y apoyo de la modalidad de Educación Especial desde el Servicio de Educación Integral (SEI). En Salta, esta forma de educación se denomina estudiantes con proyectos de apoyo a la inclusión. En este sentido, se menciona al SEI como un mediador de trayectorias, con la función de mediar entre la escuela común y la escuela especial, para garantizar la inclusión”. Por otro lado, se encuentra la Escolaridad en aulas integrales, dependientes de la modalidad Educación Especial, conocidas como Centros de Educación Integral (bajo las siglas CEI) o Secundario Especial. Es decir, se trata de un aula específica, destinada solo a estudiantes con discapacidad” explica Natalia Barrozo. 

Las principales problemáticas a las que se enfrenta la educación es que no se modifican las practicas educativas para educar en contextos inclusivos sino como explica Barrozo se. “sigue considerando que los estudiantes deben adaptarse a las lógicas institucionales como condición para su escolarización en espacios comunes. Asimismo, la provincia de Salta constituye un terreno complejo marcado por una diversidad geográfica y sociocultural que se hace presente en los desafíos de la escuela actual. Las estrategias centradas en garantizar la escolaridad en el nivel secundario a personas con discapacidad siguen reproduciendo las lógicas iniciales de la escuela segregada, dado que el foco está puesto en un dispositivo particular para estudiantes con discapacidad, en lugar de dotar a las instituciones secundarias comunes de recursos humanos y materiales que promuevan el trabajo pedagógico-didáctico centrado en la enseñanza en entornos inclusivos”.