Un nuevo caso de narcopolicías en Salta, aunque más que narco, podemos decir dealerpolicías porque no se dedicaban a pasar merca a rolete por la frontera, sino a vender ravioles al menudeo.
Algo raro debe estar pasando o es que estos canas tienen mucha pinta de perejiles para que los entreguen así al muere.
Lo cierto es que se realizó una conferencia de prensa en la que tanto el ministro de seguridad, Eduardo Sylvester, como el jefe de la policía salteña, Marcelo Lami, dieron a conocer que luego de una serie de allanamientos realizados se dieron con una sorpresa no tan sorpresiva, de los detenidos tres son suboficiales, uno es oficial y también un matrimonio vinculado a un quinto policía que se halla prófugo.
Entre los elementos secuestrados se cuentan una prensa, 160 pilas cargadas de merluza y pasta base que en total dieron un peso cercano a los 2 kilos, algunos pecosos armados, ceca de 3400 pesos argentinos, 3500 dólares y 7000 pesos bolivianos, además secuestraron el automóvil de uno de los policías y las cinco armas reglamentarias de los implicados.
En un lapsus de Sherlock Holmes, Sylvester declaró que “en los domicilios allanados existían además elementos que nos hicieron suponer que se trataba de una banda dedicada al tráfico de estupefacientes”.
No se descarta que la red de tráfico se extienda a otros personajes implicados con las fuerzas policiales. Dicen que las investigaciones continuarán y seguramente más de uno está hasta las manos, debido a que se habrían ordenado las escuchas telefónicas por parte del Juez Medina que está a cargo del caso.
Los nombres de los suboficiales no fueron dados, pero sí se sabe que actuaban en las divisiones Motorizada, Infantería y Monitoreo.
Para el Sylvester y Lami esta es una noticia para celebrar porque de esta manera se concreta la lucha contra la droga dentro de la fuerza, y si continúan buscando seguro se encontrarán con un terreno pedregoso que lleva hacia una llanura blanca y dura, muy dura.