Recapturan a un preso que se había fugado de la comisaría de La Merced e imputan a dos policías por favorecimiento de evasión.

Jorge Daniel Cenardo, quien se había fugado de la comisaría de La Merced, fue recapturado el lunes pasado en una finca de Rosario de Lerma. Por la fuga fue imputado por el delito de evasión. Asimismo, la fiscalía penal de Cerrillos imputó a dos policías por “favorecimiento de evasión culposa”.

La recaptura de Cenardo, quien llevada menos de un mes detenido cuando se fugó, se logró a partir de un llamado anónimo realizado a una dependencia policial del Valle de Lerma, a través de la cual delataron que el preso estaba oculto en la finca Huallpa, ubicada en el barrio San José, en Rosario de Lerma.

 

De inmediato, la policía se hizo presente en la propiedad y logró recapturar a Cenardo, quien fue detenido a raíz de una denuncia por el delito de robo realizada en su contra por una ex pareja, a quien el acusado no podría acercarse, pues había una orden de exclusión de hogar y prohibición de acercamiento.

 

Tras la recaptura de Cenardo, el fiscal penal de Cerrillos, Gabriel Portal, sometió al mismo a una audiencia de imputación, en la cual lo acusó del delito de evasión, perpetrado el 20 de enero pasado, cuando se escapó de un calabozo de la comisaría de La Merced.

 

Respecto a la fuga, la fiscalía pudo reunir elementos de prueba que llevaron a imputar el delito de “favorecimiento de evasión” a dos efectivos de esa dependencia, siendo los mismos los cabos, Héctor Eduardo Tula y Hugo Eduardo Cruz.

De acuerdo a las testimoniales de otros reos, como así también a pericias realizadas, la fiscalía pudo establecer que el candado que aseguraba la celda de la que se fugó Cenardo se abría con un tirón realizado con fuerza, detalle que el preso advirtió cuando los policías abrían y cerraban el calabozo.

Uno de los presos que compartía la celda con Cenardo, en tanto, sostuvo que no sintió ruidos cuando su compañero se fugó, como así tampoco fue informado sobre sus intenciones de escapar. Incluso dijo que al despertarse y no ver a Cenardo, alertó a los guardias sobre la fuga.

Dijo que el candado estaba puesto, pero abierto sin signos de haber sido violentado, lo que fortalece la hipótesis de que Cenardo solamente tiró del mismo hasta que logró abrirlo, tras lo cual sólo le restó esperar hasta el momento oportuno y huir.

 

En vista de estas fallas en materia de seguridad, la fiscalía imputó a los dos cabos el delito de “favorecimiento de evasión culposa”, ya que con su accionar negligente no tomaron los recaudos necesarios para evitar la fuga de Cenardo.