«El cuerpo de la mujer no está preparado para manejar un colectivo», afirmó hoy el titular del sindicato de la Unión Tranviarios Automotores (UTA) de Rosario, Manuel Cornejo, y sus declaraciones despertaron cuestionamientos, aunque luego el dirigente advirtió, en su afán por no quedar enredado en una polémica por cuestiones de género que ese gremio «no tiene ningún problema de que trabajen mujeres».

En las redes sociales las críticas estallaron de inmediato. Dirigentes de distintos partidos, como la concejal radical María Eugenia Schmuck repudió los argumentos del sindicalista al señalar «es un claro retroceso en una relación a los derechos conquistados. Su postura es preocupante ante el reclamo de puestos de trabajo».

Octavio Crivaro, que fue precandidato a gobernador de Santa Fe por el Frente de Izquierda, usó un tono irónico para remarcar: «Los dirigentes sindicales y esa costumbre de ir a la vanguardia del pensamiento universal».

Desde hace dos años rige una ordenanza en Rosario, que fue aprobada por el Concejo Municipal, que establece que las empresas de transporte público de pasajeros deben tener un plantel de choferes que sea igualitario entre hombres y mujeres. La ordenanza nunca se cumplió.

Un grupo de mujeres choferes, encabezadas por Natalia Munaso, Silvina Moreno, Alejandra Avendaño y María Álvarez, que cubre las vacaciones de los hombres en la empresa estatal Movi, presentó un recurso de amparo y la justicia dictaminó a favor de las demandantes, según publicó el diario El Ciudadano.

La demanda se fundamentó en la supuesta «discriminación de género» en la empresa. Las conductoras señalaron, según cita el matutino, que pese a que tienen 15 años de experiencia en el rubro nadie las contrata de manera permanente. Y solo encuentran una explicación: «el machismo».

Al ser consultado por este tema, de porqué no se cumple la ley de igualdad, Cornejo argumentó -en diálogo con LT8 de Rosario- que «el cuerpo de la mujer no está preparado para manejar un colectivo».

Luego aclaró que «la UTA no tiene ningún problema de que trabajen mujeres», pero remarcó que «es un trabajo muy, pero muy duro para una mujer».

Cornejo explicó que fueron consultados por el municipio de Rosario por esa ordenanza que establecía que el cupo de choferes debía ser igual entre varones y mujeres. «Les dijimos que para nosotros es lo mismo una mujer que un hombre, gana el mismo sueldo, hace los mismos aportes, no cambia en nada, es un trabajador más y no hay reparos», apuntó.

Cuando el dirigente sindical ahondó en sus explicaciones generó una fuerte polémica. «Es un trabajo de un gran traqueteo arriba del colectivo, todos los golpes que recibe el coche impactan en el que va a arriba, la vibración, los pozos», dijo, y agregó: «Creo que el organismo de la mujer no está preparado para ciertas cosas, como por ejemplo para manejar un colectivo o un camión, eso no quiere decir que no lo hagan, pero no masivamente», afirmó.

Cornejo justificó su idea de la diferencia entre los géneros: «El físico de la mujer es más débil que el del hombre, es un trabajo duro el del colectivo, me pueden decir que hay muchas mujeres manejando taxis y autos, pero no es lo mismo que un colectivo que tiene chasis y carrocería de camión».