Aseguran que el presidente Macri está dispuesto a discutir con los gobernadores el aumento de los impuestos internos al vino y las gaseosas.

“La discusión estará en vino, gaseosas y celulares. Estamos abiertos al diálogo y no vamos a imponer nada” dijo un funcionario nacional no identificado por el diario El Tribuno que anticipó, en consecuencia, “el gobierno sólo aceptaría debatir los impuestos a las bebidas alcohólicas y gaseosas”.
Según explicó el matutino, la reforma tributaria anunciada no dejó a toda la mesa de empresarios contentos “ni mucho menos tranquilos” y, por eso, el presidente Mauricio Macri y su equipo económico podrían dar marcha atrás con algunos incrementos que tendrán un duro impacto en el bolsillo del trabajador argentino.
“En contraste con ello, el presidente no considera que será necesario hacer concesiones en los impuestos a la renta financiera, la venta de inmuebles, las deducciones de ganancias para autónomos, la reducción de ganancias del 35% al 25% para las utilidades reinvertidas, la devolución del IVA de inversiones, el pago a cuenta del impuesto al cheque y la reducción de aportes patronales” detalló El Tribuno y anticipó que Macri se pondrá firme en la negociación con los gobernadores y les exigirá que reduzcan los impuestos a los ingresos brutos, a los sellos y aduanas internas, para bajar la presión tributaria en un 1,5 o 2% del PBI en 2023.
Esa negociación estará centrada en los impuestos internos a los vinos y sidras de 0% a 10%, del whisky, coñac y otras blancas de 20% a 29%, de cervezas del 8% a 17%, y de champagne de 0% a 17%; y en las gaseosas y bebidas sin alcohol cuyas alícuotas irán de 4% (sin azúcar) y 8% (con azúcar) a 0% y 17%.