La presión eclesiástica fue mayor al temblor y la iglesia de El Galpón no será demolida. El intendente electo aseguró que es necesario “proteger uno de los patrimonios arquitectónicos” más importantes de esa localidad.

La iglesia de El Galpón, dañada durante el temblor del sábado pasado, debía ser uno de los inmuebles demolidos para preservar la seguridad del pueblo. Sin embargo, la presión realizada por los fieles y las autoridades evitó esta medida.

El intendente electo y presidente del Concejo Deliberante local, Federico Sacca, explicó la decisión: «Consideramos necesario proteger uno de los patrimonios arquitectónicos más importantes de El Galpón, que es un pueblo de fe arraigado al culto de su patrono San Francisco Solano. Por eso hemos solicitado la intervención de ingenieros y especialistas de Obras Públicas y de Patrimonio Arquitectónico de la Provincia, quienes ya estuvieron trabajando en el edificio y sobre los planos y proyectos para su conservación y restauración», dijo al diario El Tribuno.

«Sabemos que primero está la seguridad de los vecinos, pero esta parroquia es la historia de este pueblo salteño, es su identidad misma y demolerla sería un golpe terrible para la comunidad que ha soportado un terrible temblor el sábado pasado», justificó Sacca.

Según se informó, se planea demoler solamente parte de la fachada de la iglesia y preservar el campanario y el sector de la puerta principal. También se piensa hacer refuerzos estructurales y recambio de techos.

El relevamiento informó que hay 34 viviendas y comercios en estado crítico y a otras 20 que tienen que ser demolidas. Además, 170 presentan diferentes daños.