Igual que la revuelta Macondo de Cien Años de Soledad, el predio del ex Pereyra Rozas no escatima en periplos. Los últimos beneficiarios de Procrear denuncian falta de agua, inseguridad y demora en la conclusión de obras de infraestructura básica. (Franco Hessling)

No se detiene el efecto avalancha en los infortunios de los últimos agraciados por el viejo plan Procrear, aquel que fomentaba las adquisiciones de terrenos, y las construcciones y remodelaciones de viviendas. Los beneficiarios de los más de quinientos lotes en el viejo predio de Pereyra Rozas, acusan ahora la falta de agua a causa de la desmedida utilización que hacen las empresas contratistas del IPV que operan en la zona.

Según denuncian, las mil viviendas que el IPV construye por estos días en las inmediaciones del loteo para los últimos beneficiarios del Procrear, se hacen aprovechando la infraestructura de urbanización aún incompleta con la que se buscaba dotar a las parcelas de los terrenos del loteo. Ello genera que las redes de agua no den abasto. La afección demora las construcciones de los acreditados por Procrear pero también alcanza la vida cotidiana de un puñado de vecinos que ya se han mudado al lugar.

“Vamos a hacer una presentación ante la Secretaría de Obras Públicas para que se revise esta situación”, advirtió Nicolás Maggio en una entrevista televisiva en la que se cuidó de aclarar que no se trata de estar en contra de las obras del IPV, sino de organizar las cosas de tal manera que nadie se vea importunado. Especialmente recatado, Maggio también eximió de responsabilidades a Aguas del Norte y evitó apuntar al Gobierno provincial ante la insuficiencia de la infraestructura de cañerías. Cuarto Poder le consultó a Maggio sobre el tono indulgente y afirmó que para nada exime al Gobierno por los problemas padecidos.

En sus declaraciones mediáticas Maggio disparó contra las contratistas del IPV. Al revisar las ocupaciones de Maggio se encuentra que en octubre de 2014 constituyó una sociedad de responsabilidad limitada junto a José Ignacio Velarde denominada Proveedora General del Norte. Adivine el atento lector cuáles son las actividades de la sociedad comercial: construcción, inmobiliaria y comercialización. Maggio le explicó a Cuarto Poder que, al poco tiempo de aquella acta fundacional de la sociedad, se desvinculó, transfirió las acciones al hermano de su socio. Reconoció, no obstante que su socio trabajaba colocando lozas radiantes a beneficiarios de Pereyra Rozas. Se ocupó de aclarar que si bien la razón social consignada en el documento constitutivo de Proveedora General del Norte la signa como constructora e inmobiliaria, se encarga exclusivamente de la instalación de lozas radiantes.

El vocero enumeró otros problemas que hacen a la avalancha de infortunios experimentada por los beneficiarios de Procrear del loteo Pereyra Rozas. La inseguridad ante la falta de efectivos y mantenimiento del predio se adosa a los recientes cortes de agua y a la dilatada terminación de las obras de infraestructura básica, a cargo de la Provincia. Cargó específicamente contra el secretario del Área Metropolitana, Matías Assennato, a quien acusó de no querer recibirlo en su despacho pese a ser el responsable por el mantenimiento del terreno. Los pastizales propenden la delincuencia, sostuvo Maggio, además de acarrear todo tipo de animalias.

Mal parido

La metáfora de la avalancha de infortunios no es caprichosa, los problemas para esta tanda de beneficiarios de Procrear que recayó en Pereyra Rozas han sido una constante desde la etapa más larval del asunto.

Una vez concretada la expropiación del predio, más de un lustro atrás, el Gobierno se comprometió al abastecimiento de infraestructura básica que garantice los servicios mínimos (luz, agua, gas). Se realizó el parcelamiento y las adjudicaciones pero las obras no avanzaban; el Banco Hipotecario aprovechaba la demora para retener los créditos. Así transcurrió buena parte del tiempo para estos beneficiarios. El ultimátum acordado fue marzo de 2016: no sólo se incumplió el plazo perentorio sino que aún hoy no están concluidas las obras para dotar de servicios el loteo.

Para los osados que ya se mudaron, la precaria infraestructura los está privando de gozar normalmente de los servicios, como el agua. Aducen que los cortes se dan por la utilización que hacen las obras del IPV del tendido de cañerías dispuesto para dotar a los 575 lotes de Procrear. En cuanto a la inseguridad, los vecinos comentan que hubo diversos robos, principalmente de herramientas de construcción. A nivel jurisdiccional, están en la órbita de la comisaría de barrio Castañares, en la cual ya han radicado una quincena de delaciones.