La funcionaria pública de Buenos Aires y candidata en Salta debió improvisar una respuesta, tras la viralización de un video.

Después de que se hiciera viral una nota sobre el mal momento que pasó Pamela Ares en el programa Vermut con papas fritas, que conduce Vanesa López, la candidata a senadora por el kichnerismo improvisó un video a manera de respuesta:

Desde ya, CUARTO PODER se suma al repudio de la vandalización de esos afiches. Pero vamos a la cuestión central del video de Ares, el tema al que le dedica más tiempo: «ser orgullosamente salteña».

En la nota anterior, sobre su participación en el programa… lo de vivir en Salta no es una cuestión menor: un legislador debe pensar ideas para mejorar ese distrito. No es una cuestión de patriotismo salteño. Sino de conocimiento. Se puede decir que vivir en una provincia no hace que uno conozca los problemas, mucho menos que a uno se le vayan a ocurrir ideas para arreglar esos problemas. Es verdad. Pero también es evidente que para alguien de afuera, que no está acá, todo eso es más difícil.

Además, cabe recordar que uno de los requisitos que la Constitución Nacional exige para ser diputado o senador nacional es el de haber nacido en la provincia cuyo pueblo lo elige, o tener dos años de residencia en ella. Obsérvese que la ley suprema exige “residencia” y no “domicilio”. Entre ambos conceptos existe una sutil pero clara diferencia: el domicilio es el lugar en el que se supone que una persona vive en función de lo que se consigna en su documento de identidad; la residencia es el lugar en el que efectivamente una persona habita.

Ares, que nació en La Pampa, vive en Buenos Aires. Donde también vive su marido (también funcionario nacional).

En su posteo, Ares dice: «Tenemos que dejar atrás la Salta de los agravios, los insultos y la violencia. Sigo proponiendo debatir ideas y proyectos de cara al futuro de Salta».

Pero no se le escuchan proyectos. Ni ideas. Solo una queja, de víctima, ante una elección que perderá.