Se trata de los progenitores de los chicos que van a la escuela Justo Manuel de Urquiza, del pueblo Hickman, en el departamento San Martín. Los techos de la institución están por caerse y los padres temen por la vida de sus criaturas.
Vanesa Graneda es una de las madres que se apostó en la puerta del edificio. Los padres reunidos ahí no dejan pasar ni a los chicos, ni a los docentes ni a las ordenanzas. Reclaman que el gobierno haga los arreglos necesarios en la escuela pues temen que los techos se caigan.
“Se puede caer en cualquier momento”, dijo la mujer. También aseguró que cuando el Ministerio de Educación manda alguien, los trabajadores llegan, pintan alguito, pero no arreglan nada. Por eso han tomado la escuela.
El problema no es menor: asisten 600 chicos, por la mañana 300 a la primaria, a a tarde, 300 a la secundaria. Además, la escuela está tan destrozada que los progenitores directamente exigen que se haga una escuela nueva.
“Hoy iba a ir gente de infraestructura y educación. Pero hasta ahora no llegó nadie. Si no tenemos respuesta vamos a estar acá hasta que nos den respuestas”, dijo Vanesa en el Murishow. En el mismo programa radial, la mujer dijo que todo el pueblo está abandonado: el puesto sanitario se encuentra igual de destrozado y hasta el cuartel policial. “Acá no tenemos ayuda del gobierno, este pueblo está totalmente abandonado. El puesto sanitario lo están arreglando. Un día arreglan. Trabajan dos días por semana y los otros no”, sentenció la mujer.