Una investigación realizada en la universidad nacional de Salta historió la situación que atraviesa la educación de la provincia en los últimos años a partir del gasto público invertido por el gobierno. Evolución con bajo crecimiento. Aníbal Roldán

 La situación de la educación en la provincia de Salta tiene diversos matices que la forman. El dinero destinado por los distintos gobiernos es uno de ellos y el eje central de la investigación realizada en el libro “El impacto redistributivo del gasto público social dirigido a la niñez en la provincia de Salta”. Para los investigadores, el análisis de la tasa de matriculación, la tasa de repitencia y de sobreedad de los chicos que concurren a los establecimientos salteños puede ser un punto de referencia para evaluar el nivel y calidad de la inversión en capital humano realizada, así como el proceso formativo de los estudiantes y sus resultados.

“El impacto redistributivo del gasto público social dirigido a la niñez en la provincia de Salta” es un trabajo de investigación publicado a fines de 2011 y realizado por Jorge Paz, Maribel Jiménez, Luis Casanova, Marcela Harriague, Pedro Marcelo Ibarra y Marcos Sant. Fue promovido por UNICEF junto a la Fundación Arcor y el Instituto de Estudios Laborales y de Desarrollo Económico (IELDE) dependiente de la Universidad Nacional de Salta. El objetivo de la investigación fue analizar el impacto redistributivo del gasto público social dirigido a la niñez en nuestra provincia, evaluando cómo los diferentes sectores sociales que la habitan se benefician de los bienes y servicios estatales provistos por el sector público provincial. El análisis incluyó solamente el gasto social ejecutado por el sector público de la Provincia de Salta durante la primera década del 2000 y haciendo foco entre los años 2009 y 2011.

Asistencia imperfecta

El 81% de los menores de 18 años de la provincia asiste a un establecimiento educativo. El porcentaje es menor al promedio nacional, que es de 88%. Además, es menor que los números que arrojan las tasas de matriculación de Buenos Aires, Tucumán y Río Negro, que superan la media del país con un 90%.

Respecto a la repitencia, en Salta el 6,66% de los menores en el nivel primario repiten el año escolar. Esto ubica a la provincia en el séptimo lugar del ranking de mayor tasa de repitencia. El primer puesto se lo lleva Corrientes con un 12,3%. El porcentaje más bajo es para la Ciudad de Buenos Aires, con un 1,89%. El promedio nacional es de 5,3%, lo que señala que los salteños se exceden. La sobreedad, por su parte, para el nivel primario es poco más del 29,4%, superando el promedio nacional de 25%. El más bajo es, nuevamente, para la capital del país, con un 11,7%.

Los investigadores explican que aunque el porcentaje es “significativamente menor” que el observado en otras provincias, la tasa de sobreedad de los salteños de nivel primario posiciona a la provincia en el puesto 10 de provincias con peor desempeño. Estos dos aspectos (repitencia y sobreedad) preocupan a los investigadores del libro, ya que aseguran que los resultados que arrojan los estudios son “comparativamente poco alentadores”. “Aunque la tasa de matriculación de los menores de 18 años es relativamente alta, se presenta acompañada con elevadas tasas de repitencia y de sobreedad. Esto implica que el fracaso escolar es, en términos del sistema educativo provincial, uno de los principales problemas a enfrentar dada su impacto en las oportunidades así como el bienestar presente y futuro de los niños y adolescentes salteños”, explican.

A pesar de que ha mejorado ostensiblemente desde 2001 en adelante, el gasto que realiza Salta por cada niño sigue siendo uno de los más bajos del país. El Gasto Público dirigido a la Niñez en nuestra provincia a la hora de realizar la investigación era de $3.770 por cada chico, mientras que el primer puesto fue para Santa Cruz con la intimidante cifra de $18.162.

Diferencias

El trabajo muestra una importante brecha entre estratos socioeconómicos que favorece más a los niños que residen en hogares con menor nivel de ingresos, a pesar de que la disparidad fue achicándose con el tiempo.

“En términos más generales, los resultados obtenidos para Educación son consistentes con los estudios de incidencia realizados para otras jurisdicciones de la Argentina y dan cuenta de un gasto en educación básica que claramente favorece a los sectores de población de menores ingresos. Por el contrario, el gasto realizado en educación polimodal resultó no beneficiar a ningún estrato en particular y se vio que el gasto en educación privada claramente beneficia a los sectores de mayores ingresos familiares”, reza el libro.