En las Actas de Recepción, documentos secretos de las Fuerzas Armadas desclasificada en abril del año pasado, hay detalles de los tormentos que sufrían los conscriptos por parte de los superiores. Hay tres nuevos acusados.
A casi diez años del comienzo de la causa judicial que busca reconocer los crímenes a los combatientes de Malvinas como crímenes de lesa humanidad, el Centro de Ex Combatientes Malvinas de La Plata presentará una nueva denuncia en el Juzgado Federal de Río Grande a cargo de la instrucción de la causa. El Cecim va a presentar pruebas contra tres nuevos imputados que se suman a una lista original de otros ocho. Las nuevas pruebas surgieron del análisis de las Actas de Recepción, el último tramo de la documentación secreta de las Fuerzas Armadas sobre Malvinas que fue desclasificada en abril del año pasado. El Cecim considera que existe material suficiente para que fiscalía y juzgado avancen en los pedidos de indagatoria todavía pendientes de quienes llevaron a las islas las mismas prácticas represivas que en los centros clandestinos del continente. Entre los imputados está Eduardo Flores Arduino, uno de los primeros oficiales denunciados por torturas y discriminación a un soldado judío.
“Estamos pidiendo que la justicia llame a declarar a los que torturaron a los soldados”, dice a PáginaI12, Ernesto Alonso, secretario de Relaciones Institucionales del Cecim. “La presentación busca que el Poder Judicial no dilate más la investigación de hechos ocurridos durante la guerra de Malvinas, mientras regía el imperio de un gobierno de facto que aplicó un plan sistemático de exterminio violando los derechos humanos y trasladando su accionar delictivo y genocida a Malvinas”, explica. “Las secuelas sufridas por los ex soldados conscriptos fueron y son, hasta el día de hoy, producto de experiencia bélica, de haber sido víctimas de graves violaciones a los derechos humanos, y de las sucesivas dilaciones judiciales que se traducen en nuevas vulneraciones de derechos fundamentales, como la posibilidad concreta y efectiva de acceder a la Justicia.”
Las presentaciones se harán ante el juez federal Federico Calvete, a cargo de modo subrogante de la causa principal conocida como “Pierre Pedro Valentín y otro s/ delito de acción pública”, el nombre de uno de los primeros represores denunciados.
Esta causa se inició en 2007 por una denuncia del abogado Pablo Vassel, entonces secretario de derechos humanos de Corrientes. A esa presentación original se sumaron nuevas víctimas que en la actualidad suman 120 casos. Luego del traspié de la Corte Suprema de Justicia, que resolvió que la causa no podía ser encuadrada bajo la figura de delito de lesa humanidad, la misma Corte dejó abierta una puerta al entender que la resolución alcanzaba a los hechos hasta allí analizados pero podían presentarse otros nuevos. Eso dio pie a la desclasificación de los archivos pendientes sobre Malvinas, realizada el 1 de abril de 2015 por Cristina Fernández de Kirchner, entre los cuales estaban las Actas de Recepción. La primera parte del material probatorio que surgió de las Actas se presentó en el juzgado de Río Grande en octubre del año pasado. Y luego de un año sin ningún movimiento, el Cecim avanza ahora con esta nueva presentación.
Las actas muestran las denuncias que los soldados conscriptos realizaron entre 1982 y 1984, cuando regresaron de las islas. Contienen detalles y características de los confinamientos y tormentos que la propios militares les realizaron y que a poco de analizarlas la dictadura se encargó de ocultar durante años. Entre la documentación desclasificada se encontró una carta de Cristino Nicolaides en la que dispuso que las denuncias debían ser tomadas solo como cuestiones disciplinarias para evitar que trascendieran y terminaran impulsando causas penales. Entre el material hay miles de expedientes, actas y actuaciones de justicia militar que describen las torturas y tratos inhumanos que sufrieron los soldados a manos de los propios militares argentinos.
Hay casos de soldados que sufrieron estaqueamineto, enterramiento, introducción de pies y manos en charcos de agua congelada. También de quienes debieron sufrir la amputación de parte de su cuerpo debido a lo irreversible del daño causado. “Los castigos inhumanos que propiciaba la superioridad contra la tropa se realizaron, en la mayoría de los casos, por situaciones famélicas digitadas por los cuadros de mando, y padecidas por los soldados. Durante la guerra de Malvinas, las Fuerzas Armadas dieron más valor a la vida de una oveja que a la de un soldado. Las muertes por desnutrición así lo demuestran”, señalaron desde el Cecim.
Desde el equipo Jurídico del Cecim La Plata, los abogados Jerónimo Guerrero Iraola y Laurentina Alonso aseguraron que “la información confirma que nos encontramos en presencia de una megacausa por violación a los derechos humanos y que las pruebas que surgen son irrefutables, por tratarse de documentos oficiales”.
El año próximo se cumplirán 35 años del conflicto de Malvinas y 10 años del inicio de la causa. “Es necesario una reparación para quienes defendieron la soberanía en 1982 siendo jóvenes conscriptos, con un proceso judicial que investigue los graves hechos denunciados que no pueden quedar en la impunidad, los argentinos deben saber qué pasó con sus soldados en Malvinas”, explicó Alonso.
Fuente: Página 12