La situación se sigue tensando, mientras el gobierno amenaza con reprimir por la fuerza todos los alojamientos. De solución de fondo ni hablar.

“No es nada agradable vivir así, nos sentimos maltratados, observados, tenemos presión de los asentados que nos miran de una forma intimidante” dijo Karina Vázquez, una de las vecinas que protestaron ayer frente al Centro Cívico Grand Bourg.  Los vecinos no quieren represión, pero sí le exigen al gobierno que haga algo: porque nadie está ordenando el caos. Por eso los vecinos piden una solución a las autoridades, tanto para ellos como para los asentados. “Escuchamos que algunas personas del lugar dijeron que van a salir muertas de ese predio, están esperando que los saquen a la fuerza”, dijo Karina. Lo más parecido a una respuesta del gobierno, ayer, fue enviar una orden de desalojo a las familias que usurparon dos manzanas fiscales en el barrio de La Lonja III, localidad de San Lorenzo. La intimación fue cursada por el Juzgado de Garantías Nº4, a cargo del juez Hugo Esteban Fernández: serán desalojadas el sábado a la fuerza en caso de que no liberen antes de manera voluntaria el lugar.