Dentro de todo el abanico de posibilidades de robo a mano armada, hacerlo con un juguete puede no ser la mejor opción. Un hombre fue condenado a casi 8 años de prisión por hacerlo no una, sino dos veces.
Dicen que a las armas las carga el diablo, pero a esta parece que la cargó la mala suerte.
La jueza María Victoria Montoya Quiroga fue quien dictaminó la condena a Ramón Miguel Aranda (27), en primer lugar por un año y seis meses de prisión efectiva al encontrarlo culpable del delito de robo calificado con arma de utilería en grado de tentativa.
Esa sentencia en proceso abreviado se unificó a la pena anterior de Aranda, la cual fuera impuesta, en 2013, por el Juzgado de Garantías de 6ª Nominación luego de que robara a una mujer en la vía pública a punta de pistola (también de juguete), tras lo cual le dieron la pena de siete años de prisión, por lo que el imputado fue encerrado en Villa Las Rosas.
En total 8 años y medio en tras las rejas por andar apretando gente con un juguete.