La investigación de Cuarto Poder, firmada por Federico Anzardi, sobre la responsabilidad de Marianela Cansino en la muerte del niño Thiago Quipildor fue finalista del concurso de FOPEA. El ministerio y su prensa afín habían catalogado los artículos como violencia mediática de género.

Los artículos “El hilo se corta por lo más fino”, “Estructura de cristal” y “Ya no hay forma de pedir perdón” publicadas por este medio entre julio y agosto fueron seleccionados como finalistas del Premio al Periodismo de Investigación de la Argentina, que entrega el Foro de Periodismo Argentino.

El primero de los textos, “El hilo se corta por lo más fino” del 18 de julio, introdujo la historia recordando la historia de cuatro hermanitos, la forma en que llegaron al hogar sustituto y reseñando una nota del diario El Tribuno del domingo 21 de junio titulada ‘Una emotiva historia en el Día del Padre’ y en cuyo encabezado se usaba una frase que hoy eriza la piel: ‘Soy papá sustituto y vivo cada día con mis hijos como si fuera el último’. Dos semanas después, Thiago Quipildor, de cuatro años de edad, el más pequeño de los chicos que esa familia había adoptado moría a causa de un cuadro pulmonar agravado. El niño también presentaba signos de desnutrición”. Hoy, Senise y su esposa se encuentran detenidos.

Los niños habían sido enviados a la casa de Senise como parte del subprograma Sistemas Alternativos de la Dirección General de Niñez y Familia, dependiente de la Secretaría de Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Derechos Humanos de la provincia. Cinco funcionarias de ese subprograma fueron separadas de su cargo por el hecho mientras la Licenciada Ivana Bruno, Directora General de Niñez y Familia, presentó la renuncia que fue bien recibida por la ministra Marianela Cansino, que así buscaba evadir su responsabilidad política desligándosela a una subordinada mientras ocultaba las fatales contradicciones entre trabajadores, autoridades y la precariedad en toda el área de Derechos Humanos.

Una semana después, la segunda entrega de la investigación profundizaba en lo último. Entre otras cosas reveló que el hecho de que la ministra haya aceptado la renuncia de la Directora General de Niñez y Familia desató la indignación de los trabajadores del sector. Para confirmar esto, Anzardi recurrió a documentación oficial que describía la realidad de los Pequeños Hogares (PH) que funcionan bajo la supervisión del subprograma Sistemas Alternativos.

“En ellos se busca una pareja o una persona responsable para cuidar a los niños en una vivienda que provee el Estado. Suelen ser casas comunes, porque se busca funcionar como una pequeña familia. El Estado otorga 600 pesos mensuales para cada chico y colabora con el pago de los servicios de la vivienda y 1.800 para ayudantes que trabajan unas tres veces por semana durante pocas horas al día. Los responsables de los PH ponen dinero de su propio bolsillo para cubrir otros gastos” escribió y subrayó que “Esta semana se supo que los equipos técnicos separados de su cargo por la muerte de Thiago transmitían los faltantes de recursos y las demoras en los pagos que sufren los Pequeños Hogares. Esas son los dos reclamos que los responsables de los niños vienen realizando desde hace años sin obtener respuestas”, precisaba el escrito.

El texto detalló y criticó el circuito económico del organismo gubernamental. “El dinero que reciben los responsables de los Pequeños Hogares para cubrir las necesidades de los chicos que tienen a cargo (siete en muchos casos, once en algunos) llega tarde. Lo cobran después del día 20 del mes vencido. Es decir que, por ejemplo, la plata de enero se cobra a fines de febrero. El gobierno de la provincia tercerizó el pago mediante un acuerdo con la Municipalidad de Salta, que se encarga de repartir los montos después de realizar el control de los tickets y recibos que presentan los responsables” puntualizó y ratificó, una vez más, que “Los responsables de los hogares trabajan en una situación de precariedad, ya que se encuentran como voluntarios, sin percibir sueldos, realizar aportes ni tener obra social”.

Además contó la falta de interés y conocimiento de la ministra que durante el año 2014 nunca recibió a los trabajadores de su área y que, recién después de la muerte de Thiago, “los recibió durante treinta minutos (…) En la reunión, la funcionaria no supo quién era una de las trabajadoras de la Secretaría que le mencionaron y se negó a brindarles una obra social a los responsables” detalló el periodista de Cuarto Poder con un admirable manejo de las fuentes.

Nunca es triste la verdad

Publicada la primera nota y mientras se elaboraba la segunda, desde el Ministerio de Derechos Humanos atacaron a al semanario no por el inapelable contenido de la investigación sino por un supuesto hostigamiento a Marianela Cansino por su sola condición de mujer. La respuesta fue, como no podía ser de otra manera, de letal carácter periodístico: de nuevo Anzardi y bajo el demoledor título “Ya no hay forma de pedir perdón” reveló que un año antes de la muerte de Thiago un informe firmado por Ivana Bruno (la única profesional expulsada por el fatal suceso) y remitido a sus superiores Marcela Guaymas y Marianela Cansino advertía que algo así podía suceder.

cansino-1

Marianela Cansino ya no puede decir que no lo sabía. En su edición del 18 de julio, Cuarto Poder presentaba un informe interno del Ministerio de Derechos Humanos que detallaba las falencias y necesidades de los programas y subprogramas de la Dirección General de Niñez y Familia de la Subsecretaría de Igualdad de Oportunidades. Los números estaban actualizados hasta junio de este año y demostraban que la muerte de Thiago Quipildor no había sido casualidad sino la consecuencia lógica de la falta de gestión. «En las últimas horas y producto de la atmósfera cargada de enojos y frustraciones, empleados del organismo que sienten que ni un hecho trágico como el de Thiago logra modificar las condiciones de trabajo del Ministerio, guiaron a Cuarto Poder hacia un nuevo documento. Es de mayo del año pasado y revela números y advertencias similares al que publicamos hace dos semanas. El informe fue enviado por la entonces Directora General de Niñez y Familia, Licenciada Ivana Bruno, la única funcionaria que renunció después de la muerte de Thiago”, escribió el periodista.

Y detalló que el documento interno “Consta de 24 folios y fue registrado con el número 0040153-13533/2014-0 en la Secretaría de Igualdad de Oportunidades. Fue recibido el 26 de mayo de 2014 por la subsecretaria de Grupos en Situación de Vulnerabilidad, Licenciada Marcela Guaymás, quien llegó a Derechos Humanos por ser estrecha colaboradora de Cansino. Hasta diciembre de 2013 trabajaron juntas en la Subsecretaría de Financiamiento del Ministerio de Economía”.

“En la última página del informe se deja constancia que el mismo se remitiría ‘a la Señora Ministra con copia al Coordinador General del Ministerio’” subrayó e insistió que los funcionarios “recibieron el informe y estaban al tanto, más de un año antes de la muerte de Thiago, de las necesidades que los trabajadores, ahora señalados como únicos responsables, ponían sobre la mesa”. Cargados de datos, cifras y porcentajes, uno y otro informe oficial son inapelables y revelaron que, como escribió Anzardi, “el desmanejo no sólo es grande sino perdurable”. Por ejemplo, uno de los documentos rogaba que “El programa requiere la incorporación de profesionales para brindar una atención más personalizada en cada caso” mientras que el otro consideraba “urgente” la incorporación de más profesionales y vehículos a los equipos técnicos.

Para completar la historia y como una imagen vale más que muchas palabras, el periodista recurrió a un par de fotografías (cedidas por Radio Vos) para ilustrar “irregularidades tragicómicas” dentro de la Secretaría de Igualdad de Oportunidades: goteras, fugas de gas, computadoras obsoletas, ventanas rotas y más falencias internas que hacían muy difícil el trabajo en el lugar.

El periodista

La investigación de Federico Anzardi fue seleccionada por FOPEA entre las finalistas de su concurso anual. El nombre del periodista nacido en Concordia, Entre Ríos, y radicado desde hace varios años en Salta se mezcló con el de los más destacados trabajadores de la prensa nacional: Gustavo Sierra, Hugo Alconada Mon, Gerardo “Tato” Young, Jorge Lanata, Luis Majul, Matías Longoni, y José Crettaz entre otros.

Bien lo merece. Su trabajo en Cuarto Poder “El hilo se corta por lo más delgado” compartió con el de Adrián Pinto del diario El Entre Ríos “El dueño de la isla del Puerto” la final en la categoría “periodistas de medios del interior del país” que ganaron Ítalo Pisani y Diego Von Sprecher del diario Río Negro por una serie de notas bajo el título “Los barones de la fruta”.

“Anzardi” es a una redacción lo que Jorge Burruchaga fue a un equipo de fútbol: el que juega de libero, de 5, de 8, de 10; el que marca y crea; el que tira los córners y hace los goles. El “Fede” es a una redacción lo que Pedro Aznar a una banda de rock: el que toca la guitarra, el bajo, la batería, el teclado; el que canta y hace los coros; el que escribe la letra y compone la música de las canciones.

Es capaz de encerrarse durante horas en la biblioteca o la hemeroteca para chequear un dato, de adentrarse en tren a lo más peligroso del conurbano bonaerense para hacer una entrevista, de contactar las más inverosímiles fuentes para confirmar una noticia. Aunque es joven, es un periodista de la vieja guardia. Con admirable ductilidad escribe notas policiales, deportivas, culturales y, además, con sus investigaciones revela esa verdad dolorosa: la burocracia y la corrupción roban la vida de los débiles.

Humilde, cree que esta investigación suya no tuvo impacto en la provincia y esa es una verdad a medias: los medios de difusión no le prestaron mayor atención pero, aunque pareciera que nada cambió, el gobierno se vio obligado a reaccionar y trasladó de Derechos Humanos a Primera Infancia las oficinas encargadas de la Niñez y la Familia. Además, selló la suerte de Marianela Cansino que dejará de ser ministra el próximo 10 de diciembre