La madre de Javier Trogliero hizo pública una carta en la que repudia las estrategias del procesado, Mario del Barco, por el asesinato de su hijo. “Trata de justificar el asesinato a partir de injuriar a Javier” señaló la mujer.

“Teman a aquel que, después de quitarle a uno la vida tiene poder para echarlo al infierno”, así comienza la carta de Sonia Alvarez, madre de Javier Trogliero, quien murió el 1 de junio en el barrio El Huaico del año pasado.

“Una reciente estrategia del procesado por asesino y de los co autores del brutal asesinato de Javier mi hijo, consistente en un panfleto que se sintetiza en la siguiente frase ‘Javier Trogliero, un hijo del poder estaba drogrado’, trata de justificar el asesinato a partir de injuriar a Javier, que por otra parte no estaba drogado según muestran las pruebas, el que sí tenía restos de anfetamina es el Sr. Gómez Paz. Además colocan a la familia en el lugar del “poder”, argumento social para justificar un asesinato a mansalva. La estrategia difamatoria que pone en tela de juicio nuestra honorabilidad y al accionar de la justicia salteña a partir de endilgarnos “relaciones con el poder”, es una más de las tantas tácticas sucias, viles y sin fundamento. Como siempre Cable Expres y otros medios salteños se hacen eco de esas difamaciones”, menciona la madre en la carta y sigue.

“Las pruebas irrefutables de la justicia salteña han comprobado fehacientemente que Javier murió por 4 o 5 cuchilladas dos de ellas por la espalda, que el procesado por asesino no tenía ninguna herida, que los dos co autores se confabularon durante veinte minutos hasta que escondieron el arma y luego mintieron al 911 que era una herida con vidrio y otras sartas de mentiras que Del Barco me manifestó personalmente por teléfono, mientras Javier moría desangrado. Por eso y por mucho más, el procesado por asesino está preso.

Ellos están vivos y Javier está muerto. Sigue el daño, la difamación, la imputación injusta. Del Barco osa decir que desde el mismo momento del entierro, la familia “ha sembrado una semilla de odio sin ningún tipo de fundamento”. Puede ser que se refiera a mis palabras cuando ya el cadáver de Javier se internaba en la tierra sin más y dije: “no vamos a parar hasta que se haga justicia”. Para DB pedir justicia “es sembrar una semilla de odio”, podemos entender cuáles son sus valores: no quiere que se haga justicia, tampoco cree en ella, no quiere ir preso por cómplice. Pero la justicia tiene sus propios caminos: las pruebas y no las opiniones de la prensa, ni los medios televisivos que se arrogan la potestad de hacer justicia y de justificar un asesinato impunemente, endilgándole a la familia que pide justicia delitos “sociales” y desprestigiando a la Justicia.

Hay algunas preguntas que se debieran hacer periodistas y personas en general si están realmente interesados por saber y entender que pasó, ¿porque el procesado por asesino no tiene ninguna herida?, ¿porque las tres personas que luego de acuchillarlo y que hubieran podido salvarlo -recurriendo a servicios de salud cercanos- no lo hicieron? A 10 minutos de la casa del acusado Del Barco se encuentra un Hospital cuyo padre fue director hasta hace poco tiempo. ¿Porque no lo llevó? ¿Por qué tuvo tiempo para esconder el arma y no lo tuvo para auxiliar a su “amigo”? ¿Porque me dijo personalmente que Javier tenía un “poco de sangre” y que él lo curó cuando lo cierto es que estuvo 20 minutos tratando de confabularse y escondiendo el arma? ¿Qué sabe el procesado por asesino y sus cómplices que no sabemos nosotros para confabularse de esa manera?”.