A pesar que de a poco existe mayor conciencia sobre los conceptos de belleza impuestos, los concursos siguen en pie, y en muchos casos se incentiva a que cada vez chicas más jóvenes participen. 

(Por Andrea Sztychmasjter)

Aunque existen críticas respecto a la prohibición de los concursos de belleza, por considerar que de alguna manera se atenta contra los albedríos y las decisiones individuales, la ciudad bonaerense de Chivilcoy se convirtió en la primera del país en prohibir los concursos de belleza en las fiestas populares que organiza el municipio local. «Nos dimos cuenta de que dentro de la violencia simbólica se encuentran los concursos de belleza, y lo que más nos preocupó es que el mismo Estado es promotor de este tipo de ejecución de violencia», fue uno de los principales argumentos de esta normativa ya aprobada. Otras 39 ciudades del país se sumaron a esta iniciativa en los últimos años.

Los estudiantes de la escuela de educación técnica Nikola Tesla de la ciudad de Güemes votaron en contra de la realización de la elección de la reina de los estudiantes. Este año la EET Tesla no contará con una representante departamental.

Los orígenes de los concursos de belleza modernos se remontan a Estados Unidos luego expandidos con modificaciones en diferentes partes del mundo. En 1920 el dueño de un famoso hotel junto a empresarios decidieron que sería buena idea que muchachas jóvenes compitan por un premio. No fue casual, coincidía con un momento histórico dentro del movimiento feminista sufragista. Aunque no sin críticas los concursos de belleza se fueron afianzando, se incluyeron otros “valores” además de la belleza física y lograron instalarse hasta nuestros días. En Argentina a pesar de que el debate llegó al Congreso Nacional, con un proyecto que busca regular los concursos, existen todavía más de un centenar de fiestas regionales cuyo principal atractivo es la elección de una adolescente con ciertos “atributos” socialmente normalizados. Reinas de la flor, de la manzana, del trigo, del mar y de la playa; del zapallo, del salmón, del dulce de leche con reglamentos que limitan edad, altura y hasta el estado civil de las participantes.

Nuestra provincia fue noticia por tener la primera “reina wichí”, quien se convirtió en la primera “reina” en representar a pueblos originarios en la “Elección Provincial de Salta”. La joven fue coronada por el departamento San Martín y participó en Jujuy de la “Fiesta Nacional de los Estudiantes”. Este año la reina provincial representante de la localidad de Anta fue recibida como una verdadera estrella de rock, los medios retrataron así su llegada: “Vecinos de distintas localidades de ese departamento llegaron hasta la ciudad capital, Apolinario Saravia, para saludarla. A la chica la trasladaron en una autobomba y saludó a todos los vecinos a su llegada. Además, visitó una comunidad Wichi que vive en la reserva nacional Pizarro. Allí, 80 personas viven de la cría de animales y producción de artesanías y mantienen su lenguaje”. Estos dos casos son nombrados para ejemplificar el valor presente en la sociedad hacia quienes se destacan por su belleza. Pero este año hubo una contrapartida, en un colegio de Castañares, decidieron romper con algunos estereotipos de belleza hegemónica y organizaron una elección de reinas y reyes estudiantiles en la que incluyeron Drag Queens.

 

 

 

 

 

 

 

 

Desprincesamiento

El movimiento feminista chileno hoy en pie de lucha contra las políticas del presidente Piñera desde hace unos años viene trabajando con talleres de desprincesamiento, un proyecto que busca empoderar niñas de 9 a 15 años. La iniciativa partió desde la Oficina de Protección de Derechos de la Infancia y busca darles a esas nenas la chance de crecer libres de prejuicios y estereotipos asociados al género. «Tenemos un modelamiento sociocultural de las mujeres que se inicia desde la niñez y utiliza estrategias de princesamiento asociadas a Disney y otras industrias culturales» explicó Yury Bustamante, coordinador de la OPD.

Contra la adultización de las niñas

Qué es la belleza, qué hace que algo sea bello, se viene preguntando de tiempos inmemorables, ¿la belleza es subjetiva? Hay tantas definiciones de belleza como personas en el mundo. La  Psicóloga Social y Psicoanalista María Adela Mondelli fue consultada sobre qué mensaje nos deja este tipo de eventos como las elecciones de reinas estudiantiles: “Cuantos más jóvenes son las participantes más daño genera esta mirada sobre la mujer. Y ni qué hablar si nos referimos a niñas menores de edad que son ‘adultizadas’  por esta mirada. La niña que ‘se hace la grande’ en términos ‘sexys’ no tiene consciencia de ese registro en el que se mueve, sino del efecto que causa en los adultos. Ella busca esa aprobación adulta, pero no tiene idea –por su desarrollo psico-sexual- de la sexualidad adulta en la que se está moviendo cuando ‘se hace la grande’. Esto es una modalidad del abuso hacia la infancia”, señaló.

Ante la consulta sobre de qué manera operan las exigencias sociales en adolescentes y jóvenes a la hora de conseguir el ideal de belleza, la profesional señaló que: “La necesidad de pertenecer propia de la adolescencia es una combinación explosiva con esos ‘ideales’. Patologías tales como la anorexia, bulimia, consumo de sustancias se asocia a este mandato. Por eso promover el pensamiento crítico en las chicas y los chicos es tan importante”, consideró.

En este sentido, en la sociedad moderna e hiperconectada en la que vivimos en la que la apropiación masculina del cuerpo de la mujer también ha ido modificándose, la psicóloga señaló que “es necesario poder construir una mirada crítica respecto de la sociedad patriarcal y desmontar no sólo la Violencia sino los micromachismos cotidianos tan naturalizados. La misma persona que se espanta frente a un nuevo femicidio, ve a Tinelli, escucha reggetón, juzga a una mujer por cómo se viste. Esas cuestiones hay que desnaturalizarlas”, explicó.