El presidente de Aguas del Norte se refrió a los constantes cruces con la gestión de Bettina Romero y aseguró que sólo mantiene contacto con el entorno de la intendenta.
Luis María García Salado, presidente de Aguas del Norte estuvo en el programa «A Quemarropa» que conduce Vanesa López por la señal Somos Salta-Jujuy. Allí habló de varios temas, entre ellos, de la tensa relación con la municipalidad de Salta por el estado de las calles. La empresa y el gobierno municipal han cruzado acusaciones en varias oportunidades por roturas en el pavimento de la ciudad.
«Hay veces que la municipalidad quiere cambiar el asfalto de una calle y no nos avisan para ver cómo están las redes para nosotros cambiarla», aseguró el funcionario. «Pero ahora yo estoy en contacto mucho más directo con el grupo cercano a la intendenta», agregó.
Siguiendo esa línea le consultaron: «¿Es difícil hablar con la intendenta?», a lo que respondió: «Nunca hablé con la intendenta».
Por otro lado, García Salado fue consultado sobre la herencia que recibió de la anterior administración. En tal sentido, opinó que: «La empresa tenía una total desinversión, no se había trabajado nada sobre infraestructura. Se cobraba un anticipo, se pagaron anticipos y no se realizaron las obras y todo eso hemos comunicado a la auditoría».
A pesar de la gravedad de la acusación, el actual presidente de la empresa de agua y saneamiento consideró que «no hubo un delito».
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