El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, aseguró que “el que fumiga en zonas pobladas tiene que ir preso”.

 
El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, concedió una extensa entrevista al diario Página/12 para analizar la política científica en el país que gobierna Mauricio Macri.
 
Ya sobre el cierre de la entrevista, con las preguntas de la periodista Nora Veiras respondidas, quien tomó la palabra fue el fotógrafo Pablo Piovano que recientemente expuso su muestra “El costo humano de los agrotóxicos” y cuestionó la política de agroquímicos.
 
Sin rodeos, el funcionario aseguró que “el glifosato puro no tiene relación con el cáncer” y explicó que “el tema son los excipientes, con qué viene acompañado, y cómo se aplica”. Además, Barañao, Doctor en Química, puntualizó que “está mal incluso fumigar con agua y sal” y enfatizó que “el que fumiga en zonas pobladas tiene que ir preso”.
 
“Lo que decimos es que hay que aprovechar las normas que elaboró el Ministerio de Agricultura en su momento, fumigar como se debe, en la mínima proporción” recomendó el ministro consultado por el glifosato, el agroquímico más utilizado en el país.
 
Más preocupado por cómo se administran que por los propios productos químicos, el funcionario (ministro de Cristina Kirchner y de Mauricio Macri) negó haber dicho que “el glifosato podía ser como agua con sal” pero repitió que “es como cualquier antibiótico” e insistió en que “hay que fumigar como se debe”.