El diputado nacional y empresario radial debe dar cuenta en la justicia sobre sus declaraciones públicas sobre la causa Lusal, que tiene a Matías Huergo como imputado.

Apenas estalló el escándalo por la causa de Lusal, que tenía a Matías Huergo como uno de los imputados, quien salió a decir unas palabras en su programa de radio fue el diputado nacional Martín Grande.
Grande, con su gran conocimiento de la lengua castellana, había tratado de decir que había más personas implicadas y que todo estaba recayendo sólo contra Huergo. Así calificó a Huergo como «el único salame del sanguchote».
Por esa frase, el legislador del PRO, que siempre se jacta en tener “la verdad de la milanesa”, fue citado a declarar en la causa. La fiscal Verónica Simensen quiere que Grande diga qué más sabe.
Hoy se dio una situación extraña: la fiscal fue entrevistada en la misma radio de Grande, antes de que él declare en el juzgado.
Entrevistada por los empleados del testigo, Simesen dijo que Huergo podría obtener una probation, es decir, tener una condena en suspenso con la cual se le pidan que cumpla con determinadas conductas y de respetarlas, incluso podría ser sobreseído.
Aclaró que el delito del que se lo acusa a Huergo, permite este tipo de condenas, sumado a que no tiene “antecedentes condenatorios”. Sin embargo, señaló que todo dependerá de cómo se desarrolle el juicio y de lo que resuelva el Tribunal.
Cualquiera diría, leyendo estas frases, tal cual las transcribió en su web Fm Profesional, que no habla la fiscal, sino la abogada defensora.
Un detalle sobre la causa: la fiscal manifestó que se encontraron diversas órdenes de pago por montos de 400 mil pesos mensuales, los cuales eran cobrados por diferentes empleados a pedido de Huergo, y que luego era entregado el dinero a él.