En Misiones condenaron a María Ovando a 20 años de prisión por el abuso de su hija. María fue abandonada por el estado y juzgada por «mala madre» como revancha por denunciar a un juez y un fiscal.

Todas las violencias del Estado que padeció María fueron visibilizadas por organizaciones de mujeres durante el 2012 en Misiones cuando el Encuentro Nacional de Mujeres se realizaba en aquella provincia. Al igual que en 2014 cuando el ENM se realizó en Salta y la bandera de Evelia Murillo -la maestra asesinada a pocos días- fue levantada por miles de mujeres que se hicieron presente. En 2012, la bandera por el pedido de justicia hacia María Ovando era puesta en escena y su historia empezaba a conocerse como el ejemplo de violencia estatal ante una madre sola sin ayuda para poder criar a sus hijxs y justamente señalada por los organismos del estado como “mala madre”.

En aquel año María pasaba sus días detrás de las rejas, detenida injustamente acusada de “no impedir” la muerte de su hija por desnutrición. Tras ser absuelta, gracias a la movilización de feministas, demandó al Estado. Ahora, como forma de revancha esa misma justicia patriarcal la acusa de no haber evitado el abuso sexual de su otra hija.

Al haber criticado a los encargados de efectuar justicia en una provincia donde los mecanismos machistas se encuentran bien aceitados, María sufre una vigilancia constante sobre su maternidad, su vida y la de su familia. Hoy se conoció la sentencia y fue condenada por el Tribunal Oral Penal N°1 del departamento de Eldorado, en Misiones, a 20 años de prisión acusada de «haber permitido o no haber impedido el abuso sexual» de una de sus hijas y una de sus nietas. Los jueces ordenaron que Ovando fuera detenida de manera inmediata tras la lectura de la sentencia.

El Tribunal halló culpables también a los acusados de abuso pero les aplicó condenas menores: 18 años a Marcos Iván Laurindo y 12 a Lucas Sebastián Ferreira, como autores del delito de «abuso sexual con acceso carnal».

El fiscal Federico Rodríguez había solicitado una condena de 22 años para Ovando, de 16 para Laurindo y 18 para Ferreira.

La defensa, a cargo de Roxana Rivas, Eduardo Paredes y Jose Luis Fuentes, pedía la absolución.

 María es condenada injustamente, ¿de qué sirve un Plan nacional contra las violencias, un Ministerio de las Mujeres, si en nuestro país se sigue condenando a las mujeres que toda su vida han padecido la violencia machista?