Anoche en una plazoleta de la ciudad de Orán, se congregaron familiares y amigos de Jorge Giménez, el joven de 17 años asesinado en la madrugada de sábado.
La convocatoria fue enorme y los manifestantes marcharon con velas blancas. El reclamo era simple: justicia efectiva y que el caso no quedé en la impunidad como ocurrió con muchos otros.
En una primera instancia se aseguró que el trágico hecho fue producto de un hecho de inseguridad: el intento de robo de la moto en la que se trasladaba Giménez acompañando a una joven entre los barrios Mitre y Piacenza. Las hipótesis fueron cambiando con el transcurso de los días y el hecho de que no se llevaran la motocicleta hizo presumir otras cosas. Las actuaciones posteriores y la detención de los principales acusados dieron fuerza a móviles distintos al simple robo. El asesino Ariel “Tuerto” Lezcano, de 20 años, habría querido vengarse de Jorge Giménez porque este había tenido una relación con la novia del autor del disparo letal.
Para los oranenses que anoche se movilizaron, sin embargo, importa poco si tras el asesinato de Giménez hubo un intento de robo u otro móvil. Lo que quieren es que en una ciudad plagada de inseguridad y violencia la Justicia esclarezca los hechos y los culpables paguen su culpa.