Hay un fuerte malestar en el Tribunal de Cuentas Municipal porque la Intendenta se arrogó la facultad de nombrar a Federico Casas como Gerente de Obras Públicas, cuando esa función le corresponde al organismo de control

El nombramiento de Federico Casas como Gerente de Obras Públicas del Tribunal de Cuentas Municipal no cayó muy bien entre los miembros del organismo encargado de ejercer el control externo de la gestión económica, financiera y patrimonial de la Hacienda Pública Municipal.

Y el por qué va más allá de la idoneidad (o no) de Casas para ocupar el cargo. Es que, como viene sucediendo en la gestión de Bettina Romero, la Intendenta se habría arrogado facultades que no le corresponden: decidir a dedo quién irá al Tribunal de Cuentas y firmar una resolución con el nombramiento, competencia que no le corresponde.

 

¡Suertudo! Fede Casas consiguió trabajo de nuevo

 

El artículo 45 de la Carta Orgánica Municipal estable que “El personal del Tribunal de Cuentas estará incorporado al régimen de la carrera municipal y será nombrado, por el Intendente a propuesta de aquel, de acuerdo con la organización administrativa que se determine”.

“Que yo sepa, desde el Tribunal de Cuentas nadie propuso a Federico Casas. Y la propuesta de un Gerente de Obras Públicas tendría que haber surgido desde el Tribunal, no desde el Ejecutivo municipal”, denunció una fuente ante Cuarto Poder, que pidió mantener su nombre en el anonimato. Y continuó despotricando al asegurar que “la Intendenta se arrogó una facultad que no le correspondía y ahora, por decreto, ya nombraron a alguien”.

Lo raro de la situación es que el Decreto 475/21 fue emitido por la Secretaría Legal y Técnica, a cargo de Daniel Nallar, y que teóricamente debiera conocer qué dice la Carta Magna Municipal y las ordenanzas. Pero ya sabemos por antecedentes anteriores como el contrato por las fotomultas, que Nallar tiene poco apego a las normas y a Bettina le encanta hacer saber que quien manda, es ella.