La Organización Mundial del Trabajo describió un panorama sombrío para América latina a partir del abandono gradual de políticas específicas de protección del empleo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) pidió que se profundicen los programas de protección y promoción del empleo desarrollados en la última década en la región. Este llamado se enmarca en un mercado de trabajo que se ha deteriorado. Incluso el organismo espera que en los próximos años siga aumentando el desempleo regional. El informe destaca la proactividad de Argentina en las políticas de empleo en los últimos años. Uno de los programas que pondera es el Repro (de subsidio de una parte del salario de trabajadores bajo riesgo de despido), parcialmente desactivado en estos meses por el macrismo.
La OIT plantea que en América latina y el Caribe la década del 2000 permitió recomponer el deterioro del empleo que se había producido durante los años 90. La tasa de desempleo de toda la región subió de 8 a 10,7 por ciento entre 1991 y 2000, mientras que a partir de ese momento registró una caída sostenida hasta llegar a un mínimo del 6,4 por ciento en 2014, que cerró en el 6,5 por ciento el año pasado. “Se trata de la disminución más marcada que se haya observado en todas las regiones del mundo en los últimos quince años”, dice la OIT, que además destaca los casos de Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay.
Sin embargo, el proceso de mejora en el mercado de trabajo quedó bajo signos de interrogación, con perspectivas malas para los próximos años. En 2015, la tasa de desocupación regional subió por segundo año consecutivo y “las proyecciones de desempleo sugieren una continuidad de esta tendencia”. El informe señala que el año pasado “la tasa de desempleo ha crecido especialmente en la Argentina, Brasil y Colombia”. En Argentina, el desempleo para la OIT se ubicaba en 6,7 por ciento en 2015, antes del apagón estadístico del Indec en estos meses.
En este nuevo contexto, la OIT advierte que “es necesaria una reorientación en la estrategia de política que evite que la actual desaceleración se traduzca en un estancamiento estructural y en un retroceso de los logros alcanzados en el ámbito social y del mercado de trabajo”. Recomienda “aplicar programas que complementen a las políticas innovadoras de apoyo a los ingresos puestas en marcha en decenios anteriores con políticas orientadas a incrementar y mejorar la cantidad y la calidad de la demanda y de la oferta de trabajo”.
A la hora de evaluar las políticas de empleo de la última década, el informe señala que Argentina, Brasil y Chile son los únicos países de la región cuyo nivel de gasto público en estos programas como porcentaje del PIB “es comparable a los niveles registrados en los países con ingresos más altos”. En cambio, advierte que en Ecuador, Perú y México las políticas de empleo son casi inexistentes.
El presupuesto destinado a esos programas pasó de 0,16 a 0,57 por ciento en el Brasil, de 0,05 a 0,43 por ciento en la Argentina y de 0,2 a 0,45 por ciento en Chile. En la Argentina, el 73 por ciento de ese gasto se dirigió a programas de empleo público, seguido por capacitación.
La OIT eligió a la Argentina como uno de los casos de estudio de aplicación de programas de empleo. Subrayó la reforma del Plan Jefes y Jefas de Hogar hacia el Seguro de Capacitación y Empleo (SCE) en 2004, cuyo objetivo era “proporcionar apoyo a los beneficiarios en la actualización de sus competencias laborales y la búsqueda de empleo para generar ingresos de manera más autónoma”. La OIT evalúo que el programa “tiene un impacto positivo sobre la calidad del trabajo de los beneficiarios, por lo menos, a corto plazo (un año)”. El informe también mencionó la aplicación del plan Jóvenes con más y mejor empleo de junio 2008 y el programa Repro de subsidio de una parte del salario para sostener los puestos de trabajo de empresas con dificultades económicas y riesgo de despidos o cierre. Este programa ha sido parcialmente desactivado por el macrismo, justo cuando miles de pymes quedaron al borde del precipicio a partir de la caída de la demanda y el tarifazo.
Además de los planes de inserción laboral y sostenimiento del empleo, la OIT también menciona la necesidad de políticas que incentiven la complejización de las actividades económicas para generar trabajo altamente calificado. El organismo advierte que este punto fue una materia pendiente de la última década.
Fuente: Página 12