El ciclo “Buena Vibra” fue levantado del aire de AM 840 Radio Salta sin previo aviso y de malos modos. “Las buenas noticias no pueden salir al aire en esta emisora en época de campaña”, les dijeron.

 
Una de las máximas más repetidas en el periodismo es que “la verdad es la primera víctima en una guerra”. En la guerra electoral de esta Salta de 2015 la primera víctima no fue la verdad sino un grupo de jóvenes periodistas.
El programa “Buena Vibra” fue dejado fuera del aire de AM 840 Radio Salta sin aviso previo y en malos modos. El ciclo estuvo al aire de la emisora todo el año pasado y durante el primer mes de 2015. Pero cuando este lunes los trabajadores de prensa llegaron al predio de la zona de Limache, sus propios compañeros de la radio les comunicaron la existencia de un e-mail interno en el que se anunciaba que el programa está levantado.
La noticia corrió rápido y los periodistas recibieron el apoyo de sus colegas que, junto al muchas veces ausente sindicato, organizaron una conferencia de prensa para contar lo sucedido. Allí denunciaron que no solo no les permitieron emitir su programa sino que, además, fueron maltratados por Norberto Freyre, administrador del Grupo Horizonte controlante de la estación radial.
Palabras más, palabras menos, con pésimos modos el directivo les dijo que “las buenas noticias no pueden salir al aire en esta emisora en época de campaña”.
La ronda de prensa se convirtió en una suerte de desordenada asamblea en la que los periodistas confirmaron que son incorregibles. Hablaron y hablaron sin escucharse y, después de un rato, hasta llegaron a discutir sin conseguir un acuerdo mínimo.
“Nunca pensamos que la alegría y la difusión de nuestros héroes anónimos iba a molestar pero así fue” reconocieron en su desconcierto los responsables del proyecto periodístico, Rodrigo Ayub y Macarena Cañada, y repitieron una y otra vez que “Buena Vibra tiene una responsabilidad y no va a dejar de cumplirla (…) estamos dispuestos a contar lo bueno y a demostrar que de esa manera la comunidad entera pueda cambiar”.
El de hoy es un nuevo capítulo en la interminable lucha por la libertad de expresión y reabre el debate: ¿existe la libertad de prensa? o ¿existe la libertad de empresa?
Como sea, en los medios de Juan Carlos Romero no quieren “buenas noticias”. Es más, aunque nadie quiso confirmarlo, una verosímil versión indica que Freyre les habría dicho a Ayub y Cañada que “vamos a incendiar la provincia”. La verdad, bien gracias.
Del otro lado, modestos y torpes operadores del oficialismo intentaron aprovechar la oportunidad para golpear a Romero en plena campaña electoral. Deberían caer en cuenta que en la enorme mayoría de los medios de difusión de la provincia, bancados por la pauta oficial, la libertad de expresión y la búsqueda de la verdad es también una quimera.