Los productos de campo cuestan cinco veces más en el supermercado. De acuerdo con una medición, el precio que llega a la góndola es 5,2 veces superior a lo que reciben los productores. El productor recibe el 25,2% del precio que paga el consumidor.
Por cada peso que un productor cobra, el consumidor paga $5,20. La diferencia de precio se reparte en el camino entre distribuidores y los vendedores del producto final.
La cifra fue calculada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) a partir del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), un relevamiento de 20 productos agrícolas para medir la diferencia promedio entre el precio de origen y el que se paga en una góndola.
«Si se promedian los precios de todos los alimentos, el productor recibió en junio el 25,2% del valor que pagó el consumidor en góndola», señaló el estudio en sus conclusiones de este mes.
Aunque parezca elevada, la cifra implica una mejoría de 3,7% respecto a junio, lo que significa «un leve incremento mensual en la participación del agro en la cadena», destacaron.
El sondeo destacó que la mejora fue de 11,9% en los últimos dos meses. «La participación del productor en el valor de góndola también tuvo una mejora, aunque aún es baja ya que para el promedio de los alimentos agrícolas y ganaderos relevados en junio, el productor sólo recibió el 25,2% del precio que pagó el consumidor», señaló.
Los productos agrícolas con mayores disparidades de precios en el mes fueron la pera, con una brecha de 11,4 veces; la naranja, con una desigualdad de 11,2 veces; la manzana roja, cuya diferencia entre el importe de origen y destino fue 9 veces; y la mandarina, con 8,6 veces, según informa la agencia de noticias NA.
En cambio, los productos en los que menos se multiplicaron los precios desde que salieron del campo y hasta que llegaron al consumidor, fueron: la papa, con una brecha de 2,16 veces; la berenjena, con 2,52 veces, el tomate de ensalada, con una desproporción de 2,55 veces, y el pimiento rojo, con 2,58 veces.
Fuente: Infobae