Uno de los desarrollos inmobiliarios más exclusivos de la provincia desvía miles de litros de agua a través de un ducto clandestino, perjudicando a un número importante de vecinos. En un cuadro de escasez crítico, los vínculos de la familia empresaria con el poder político enturbian el conflicto y exhiben pasividad del área de Recursos Hídricos.
En medio de una de las peores crisis hídricas de las que se tenga memoria en la provincia, el reclamo de un grupo de vecinos de San Lorenzo puso de manifiesto el poder de lobby de empresarios y el desdén de los organismos involucrados en la gestión del agua. Mientras desde el estado hacen hincapié en el manejo responsable del recurso y señalan a los llenadores de pelopinchos como artífices de la sequedad, desde la secretaría de Recursos hídricos hacen la vista gorda a los desvíos ilegales del líquido elemental.
El reclamo administrativo involucra nada menos que a la megadesarrolladora inmobiliaria Proyecto Norte SRL, de los hermanos Beccar Varela. Al parecer, los millones de pesos volcados por la firma en los lujosos countries de la zona oeste, hacen creer a sus dueños que el agua puede disponerse a criterio del patrón y sin el aval de las autoridades.
Los aceitados vínculos de la familia con el poder político permitieron a la firma obtener excepciones y beneficios cuantiosos en el pasado, en los que trabajaron activamente ediles y funcionarios. Un ejemplo reciente es el pedido de excepción a las normas de urbanización planteado en el concejo deliberante capitalino en beneficio del country La Verbena, proeza en la que decidieron inmolarse los ediles Candela Correa y José Gauffín. Pero esta vez, los perjudicados son habitantes de la misma urbanización que denuncian maniobras de impunidad, connivencia y poder de lobby.
Agua desviada
Al oeste de la Avenida Circunvalación, la empresa halló tierra fértil para emplazar los exclusivos barrios: Praderas de San Lorenzo, Las Quintas, Los Invernaderos, El Rincón y La Trinidad. Del lado este de la misma carretera, se encuentra desde hace cinco años Jardines de San Lorenzo.
Fueron los habitantes de este último barrio los que descubrieron, luego de varios días de padecer cortes de agua, que el líquido que debía salir de sus canillas cruzaba la autopista en dirección a Praderas de San Lorenzo a través de un ducto clandestino. En el trayecto, el fluido atraviesa actualmente al Club Los Tucanes (de propiedad de Proyecto Norte) y a todas las etapas de los barrios Los Invernaderos y Parque La Trinidad.
Los sedientos pobladores de la banda este miran a diario como al otro lado de la carretera el agua sale despedida desde enormes aspersores y aterriza en los refulgentes pastos del club Los Tucanes. De allí que en el inciso c) de la solicitud remitida al secretario de Recursos Hídricos, Mauricio Romero Leal, se exija: «El cese de la apropiación ilegal de agua potable por parte de la firma Proyecto Norte SRL respecto de los caudales involucrados en la vertiente La Ciénaga y que son desviados ilegalmente y en exceso hacia los barrios Praderas de San Lorenzo, Invernaderos y Parque La Trinidad». Del pequeño pozo símil aljibe que abastece a Jardines, se desprende además otro conducto cuyo destino se desconoce.
Flojos de papeles
Al margen de planteos éticos respecto del uso racional del agua, las maniobras de Proyecto Norte contravienen frontalmente la ley. Las concesiones de uso de agua solo pueden ser otorgadas por el Gobernador previo informe que debe emitir la autoridad de aplicación y estudio de impacto ambiental.
Según el Decreto 3003/15, el agua que usan los vecinos de Praderas de San Lorenzo debería provenir del dren horizontal del Arroyo Potrero Grande. Los Invernaderos, por su parte, no cuenta con permiso o concesión para usar el agua potable de la vertiente La Ciénaga. Si bien, en los expedientes de Recursos Hídricos hay evidencia de que esto igualmente ocurre, para los integrantes del área no es motivo suficiente para iniciar actuaciones. Finalmente, Parque La Trinidad cuenta con la Resolución 137/18 de la Secretaría de Recursos Hídricos que le otorga un permiso de uso de agua potable, la que no indica de donde tiene que extraer el recurso y también omite considerar las violaciones previas.
Aunque el órgano competente para emitir los informes que luego se convertirán en concesiones es el Ente Regulador de Servicios Públicos (ENRESP), actualmente los trámites en su totalidad pasan por el despacho de Romero Leal.
Donde hay una necesidad, hay un negocio
Estimar el consumo promedio de agua en los barrios privados resulta complejo, aunque es sabido que supera ampliamente el caudal utilizado en otras zonas de la ciudad. Una familia tipo de cuatro personas que reside en el centro consume en promedio un metro cúbico (mil litros) de agua por día, sin llenar piletas, ni regar grandes extensiones. En Praderas de San Lorenzo, la firma de los Beccar Varela asegura a cada propietario la misma cantidad de líquido al mes (30 metros cúbicos).
Ahora bien, para sacar rédito del agua desviada Proyecto Norte se toma una curiosa atribución: cobra un canon adicional a todos los propietarios que superen esa cantidad. De esta forma, bajo la apariencia de una medida tendiente a la racionalidad, se encubre una maniobra explícita de venta.
La cifra a pagar, por más abultada que sea, forma parte de la estructura mensual de gastos de la mayoría de los vecinos de Praderas, donde cada lote de 1000 metros cuadrados tiene un precio promedio de U$S70.000. El cobro abiertamente irregular de multas por exceso de consumo, es afrontado por buena parte de los habitantes del barrio con tal de que la piscina no quede a medias.
En el petitorito elevado a Recursos Hídricos los vecinos expresan: «Claramente, Proyecto Norte SRL vende el agua que antes sustraía ilícitamente y a la que se le autorizó usar hace un año provisoriamente».
A eso debe sumarse que, al no estar denunciada la captación ilegal, Proyecto Norte SRL evadió y evade el pago del exiguo canon de las urbanizaciones Praderas, Invernaderos y Trinidad que asciende a $450 anuales por cada hectárea aproximadamente. Esto tampoco ha sido relevado por la Secretaría de Recursos Hídricos.
Finalmente, la urbanización también muestra serios problemas con el vuelco de efluentes cloacales. En la actualidad cuenta con dos digestores con capacidad para tratar los líquidos de 64 viviendas, pero al día de hoy hay más de 150. Los desechos son arrojados directamente al río Arenales, provocando un grave daño ambiental. La Secretaría de Medio Ambiente tampoco hizo nada en relación a esta situación.
Historias que inspiran
En su página oficial, Proyecto Norte SRL se presenta como «una empresa cuyo objetivo principal es ofrecer un servicio para desarrollos inmobiliarios urbanos y suburbanos. Nació para trabajar en sinergia con el Estudio Beccar Varela para proyectos, construcciones y emprendimientos y brindando un marco de servicio y asesoramiento integral, en el aspecto proyectual, económico, jurídico y contable”.
A su vez, puntualiza que su objetivo es: “ofrecer el servicio completo de una desarrolladora inmobiliaria en Salta y alrededores: realizamos el armado integral de un negocio inmobiliario, con el propósito incrementar exponencialmente el valor de los inmuebles a explotar, añadiendo exclusivos diseños y estudiando una adecuada comercialización de la mano y con la experiencia de nuestros profesionales asesores”.
Pero el gran salto de la empresa, sin dudas se dio con el “desarrollo” de las 90 hectáreas de Finca La Ciénaga que el gobierno de Juan Carlos Romero compró en 1998 para la construcción de viviendas, a través del Programa “Familia Propietaria”, pero que finalmente terminaron, en 2009, en manos de la empresa Estancia El Carmen (propiedad de la familia Romero) y posteriormente fueron el lugar para lujosos barrios privados ejecutados por los Beccar Varela.