Durante la última audiencia pública del año, el Gobierno propuso una combinación de quita de subsidios a la generación de energía eléctrica y un mayor margen para las distribuidoras. Los incrementos pueden llegar al 70$.
El calculo de los aumentos difiere bastante según la categoría de consumo. Los límites de cada grupo tarifario son 150, 300, 600 y 1.200 kilovatios mensuales. Los que no se pasen de esos límites experimentarán aumentos de entre 22% y 44%. Pero los que consuman más que el año anterior, y por esa razón cambien de categoría tarifaria, tendrán que prepararse para saltos en sus boletas que pueden llegar al 70%.
Según Alejandro Sruoga, el secretario de Energía Eléctrica, el 40% de los hogares tendrá un incremento promedio del 36%. Son los usuarios que consumen entre 150 kilovatios y 300 kilovatios: pasarán de pagar $ 360 mensuales a $ 490 cada 30 días, en las facturas del conurbano. En la ciudad de Buenos Aires hay menos carga impositiva y las boletas pueden mostrar importes ligeramente más bajos.
Sruoga recalcó que el 70% de los hogares (los de consumos bajos y medio-bajos) abonarán $ 130 o menos mensuales de alza durante este año. Sin embargo, los porcentajes de aumentos para casi todas las categorías -salvo la especificada por el funcionario- son diferentes.
El 40% de los hogares consume entre 150 y 300 kilovatios. Hoy, los que consumen más de 151 kilovatios a 300 pagan una factura promedio de $ 151. Si logran bajar su consumo al piso de 150 kilovatios, pagarán un aumento de $ 50, menos del 25% de su boleta actual. Pero si se exceden (consumen 220 kilovatios, por ejemplo), la boleta les subirá $ 110, llegando a más de $ 260. En ese caso, abonarán más de un 70% más que en 2015.
Un cuarto de los usuarios del área metropolitana de Buenos Aires consume entre 300 y 600 kilovatios mensuales. Sería una vivienda de clase media, con mayores posibilidades de que sea casa a departamento. Hoy, su factura promedio (si consumen más de 301 kilovatios mensuales) es de $ 315, con impuestos incluidos. Si no se pasan de los 300 kilovatios que lo harían cambiar de categoría, tendrá un aumento del 44%. De $ 246 subirían a $ 356.
Pero si se exceden de esa cantidad de kilovatios, desembolsarán un aumento de alrededor de $ 190. En ese caso, el salto en su boleta podría llegar a ser 60% superior a la actual (de $ 315 actuales a $ 505 futuros).
Tres de cada 10 hogares consumen entre 0 y 150 kilovatios mensuales. Hoy, sus facturas promedio rondan los $ 57. El incremento que impulsará el Gobierno es de $ 50, según lo presentado en la audiencia pública de ayer. En ese caso, la suba para el grueso de la categoría rondaría el 87%. Pero allí pasa al revés que en las categorías anteriores. El hogar que está en el «pico» de consumo de su categoría (por ejemplo, 149 kilovatios) ya paga alrededor de $ 136 y, si se mantiene, pagará $ 50 más, con una suba del 22%.
Hay atenuantes para amortiguar ese aumento en los hogares de menos consumo. Por un lado, parten de una base baja ($ 57). Pero también se trata de una de las categorías tarifarias con mayor cobertura de la «tarifa social».
El Poder Ejecutivo realizó un anuncio de incrementos «generales». Pero no detalló a cuánto ascenderá el precio específico de la electricidad para cada categoría tarifaria, ya que se refirió a promedios. Dos especialistas consultados hicieron estimaciones en base a los datos existentes.
Los hogares de mayor consumo (601 kilovatios-1200 kilovatios) ya pagan una factura promedio de $ 770. Si se les aplica el aumento anunciado ayer por el Gobierno -de $ 430-, sus boletas ascenderían a $ 1.200. Es un 55% de aumento. En cambio, si logran bajar hasta los 600 kilovatios, no cambian de categoría. Y pasarían de pagar unos $ 634 actuales a $ 824 futuros, ya que el aumento es de $ 190 (porque no se excedieron de 600 kilovatios). Es un 29% más.
Como Edesur y Edenor ya pidieron sus aumentos (en otra audiencia), la definición del precio de generación era fundamental para definir los nuevos valores.
En la factura de luz, el 50% es el por el valor agregado de distribución (los márgenes que reclaman Edenor y Edesur por prestar sus servicios), el 25% es el costo de generación eléctrica y el resto es impuesto.
Fuente: Clarín