En un Precoloquio de IDEA realizado en Rosario, empresarios demoran inversiones y piden consensos en las políticas públicas. Plantearon la necesidad de lograr acuerdos que permitan previsibilidad y la recuperación de la economía.
«¿No sabés por dónde anda Ignacio Pérez Riba?», preguntaba desesperado el dueño de una fundición pyme de productos para el campo, mientras esquivaba ejecutivos en uno de los salones de la Bolsa de Comercio. Buscaba presentarle al jefe de Gabinete del Ministerio de Producción un proyecto de inversión de 500.000 dólares. «Creo que estamos en el lugar justo y en el momento adecuado», se esperanzó sobre el sector agroindustrial, desde donde el Gobierno confía que vendrá la reactivación económica. «Somos optimistas, pero con cautela», aclaró.
Esa sensación, aún de marcada ambivalencia inversora, sobrevolaba ayer entre los 620 empresarios que participaron del Precoloquio de IDEA en esta ciudad y que, más allá del análisis de la coyuntura local de cara al Coloquio de Mar del Plata, estuvo teñido por la coincidencia en que se debe habilitar un espacio de consenso político y económico. Incluso en el Gobierno no descartaron la formalización de un consejo económico social.
En esa misma clave, se mencionó explícitamente el cambio de rumbo del Gobierno con las tarifas del gas y electricidad, y el llamado del Presidente a todas las fuerzas políticas a luchar contra el narcotráfico.
La cara oficial de ese proyecto fue la del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que llamó a los diferentes sectores «a trabajar en conjunto». Puntualmente, para enviar una señal directa, el funcionario se refirió a la cuestión de los aumentos de gas y de luz, que últimamente sólo le generó dolores de cabeza a Macri. «Los fallos de la Corte Suprema no se discuten. Se acatan», sentenció.
Frigerio también envió una señal clara a los empresarios: «La Argentina tiene un problema de competitividad y la mitad [de ese problema] está vinculado con cosas que hacemos mal desde el Estado», dijo.
El Precoloquio estuvo además teñido por el impacto que la nueva situación política brasileña puede tener en la Argentina. Incluso, funcionarios de primer nivel del Poder Ejecutivo aseguraron que el fin de la crisis institucional podría generar una mayor certidumbre económica en ese país. «No nos importa tanto el resultado pero sí que haya terminado la crisis», estimó una fuente del Ministro de Producción.
El funcionario puso énfasis en que, pese a los malos números de las manufacturas brasileñas en los últimos meses, el real no siguió devaluándose, lo que hubiera implicado una mayor pérdida de competitividad para los industriales argentinos.
Sin aviso, faltaron a la cita los gobernadores de Entre Ríos y de Córdoba. También estuvo ausente el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile. Del panel de gobernadores participó sólo el santafecino, Miguel Lifschitz. «Hay una realidad de profunda crisis», afirmó el gobernador, situación que -aclaró- fue heredada del kirchnerismo, antes de pedir un «fuerte consenso político y social».
«Hay que terminar con el pensamiento de que quien no piensa igual que yo es un enemigo», estimó Frigerio, que compartió panel con el gobernador santafecino.
«Desactivamos muchas bombas. La Argentina se estaba quedando sin energía, dijimos la verdad y encaramos el problema transparentando los costos y trabajando mejor con los subsidios recuperando su carácter federal», sostuvo Frigerio sobre las tarifas tras destacar la presentación de la ley de presupuesto y la preocupación del Gobierno por lograr un «equilibrio».
Cerró el ministro Cabrera, que destacó las medidas para las pymes, la investigación en el mercado de tarjetas de crédito y la ley de emprendedores. «Queremos tener una economía integrada con el mundo», afirmó en momentos en que Macri viaja a China. «Tenemos datos de que en junio dejó de caer la producción y el consumo en Brasil y es muy importante para la Argentina», insistió.
Los empresarios también apoyaron. «Soy optimista», afirmó Sergio Kaufman, presidente de Accenture. «Teníamos una enfermedad complicada. Se tomaron un montón de remedios con gusto feo. Y ahora vamos en el sentido correcto», explicó el presidente del Coloquio N°52 de IDEA.
Fuente: La Nación