El viernes pasado una manifestación frente a la casa del intendente de Orán, Marcelo Lara Gros, casi se torna en una situación de extrema violencia. Los vecinos que reclamaban por viviendas fueron increpados por el intendente quien (según indican testigos, estaba armado) los amenazó con tirotear a todos si es que no se retiraban.
Con los comicios del fin de semana la noticia no tuvo mayor trascendencia, todos estaban atentos a los resultados electorales en los cuales el hijo del intendente sacó junto al Movimiento Popular Unido el primer lugar con más del 25% en la categoría diputados provinciales. Pero lo sucedido en viernes pasado en horas de la noche tranquilamente podría haber empañado esa elección, si es que la situación se tornaba más violenta.
Vecinos de los Barrios Libertad, Caballito, 200 Años y Milagro se apostaron al frente de la casa de Lara Gros porque se cansaron de ir hasta la municipalidad y que no los atiendan. Entonces recurrieron al viejo método de cortar la calle, quemar gomas, colgar pancartas alusivas y esperar a que el escrachado en cuestión dé la cara. “Nosotros ingresamos ahí porque el intendente nos dijo. Él nos había prometido que nos iba a dar las tierras. Nos pidió el censo de las familias. Todo eso ya le habíamos presentado”. Recordemos que hace una semana estas personas sufrieron una feroz represión: ““Primero nos dijo que podíamos ir construyendo las casas, y después negó todo. El lunes a las 4 o 5 de la tarde fue la policía y nos desalojó. Hubo tiroteos y todo. Anoche nos organizamos para ir a la casa de Lara, quemamos cubiertas. Le estábamos pidiendo que salga, que queríamos hablar con él de buena manera”.
Según relató una vecina presente, cuando Lara llegó en su camioneta y se dio con el escrache en la puerta de su casa le saltó la cadena: “llegó en su móvil, se bajó con sus guardaespaldas, y empezó a gritar. Estaba histérico, era ya otra persona. Nos decía ‘váyanse hijos de puta, los voy a cagar matando, los voy a hacer llevar presos’, gritaba fuerte. Como los muchachos del barrio pusieron pancartas en la vereda todo eso lo arrojó, lo tiró. Había un muchacho que tenía una bandera Argentina, la tiró también y le quiso pegar al muchacho. De ahí se metió a su casa y sacó un arma, ‘si no se van les meto un tiro’, nos decía”.
Según el sitio web de Revista Norte: “Hasta entonces no había llegado al lugar ningún policía. Al parecer fueron alertados por el propio intendente luego. También llegaron los bomberos para apagar las cubiertas que habían quemado. La policía le pidió a los manifestantes que se retiren en forma pacífica, y así lo hicieron luego de permanecer una hora aproximadamente frente al domicilio del intendente”. En la misma nota se rescata el testimonio de una vecina que relató que “cuando llegó la policía nos empezó a reprochar que nos vayamos, y nosotros nos empezamos a ir, a retirarnos sin hacer problemas. Mientras nos íbamos, la policía nos venía siguiendo. Cuando llegamos a la esquina de la Esquiú, uno de los policías dijo `ahora sí los piyemos´ y agarraron a 7 muchachos, 2 mujeres y 4 menores”.