Clausuraron un local de comida sin TACC porque denunciaron que cocinaban con estupefacientes: licuados de merca, pizzetas de mariguana y tortas con ácido lisérgico eran parte de la carta.
Una denuncia anónima al teléfono habilitado por el ministerio de Seguridad para casos de venta, consumo y/o posibilidad de que alguien se esté drogando, fue la que desencadenó el abrupto final de esta PYME que en su fachada era un negocio de venta de alimentos aptos para el consumo de celíacos, pero en realidad tenían un segundo ingreso: la venta de comida “sazonada” con droga.
Según fuentes confidenciales, el denunciante telefónico habría sido confundido con uno de los comensales “especiales”, por lo que en lugar de mandarle unos agnolotis de choclo y salvia, le llegaron unos ravioles de “merluza”, lo que primero le llamó la atención, y luego constató, tras el segundo bocado que no era pescado lo que rellenaba la pasta. “Todavía sigue duro”, comentan por lo bajo a El Polichombi las fuentes confidenciales.
Intervino la justicia, y tras la orden del juez, se dio paso al reviente: si bien no se hallaron drogas duras ni blandas en el local de comida, un “menú loco” dio la pauta de que la comida, además de no llevar TACC, estaba llena de “sustancia”: Línea de merluza a las finas yerbas; Revuelto de pepa y Fernando; Especial Bob Marley; y Redonditos de la Ricota; todos ellos entre los platos fuertes; mientras que para los postres también se tenía una lista en la que la droga era la sazón favorita: churros con doble fondo; helado a la Hoffman; galletitas 2cp; empanadillas con dulce de frula y otras preparaciones aún más sospechosas.
Tres sujetos fueron puestos a disposición de la justicia, se decomisaron elementos de cocina, de fraccionamiento y 27 tuppers, que serán analizados por el laboratorio que corresponda a fin de determinar si era o no droga.