Somos noticia hasta en el New York Times. Un turista estadounidense, que visitó Salta en el mes de marzo, se alojó en una casa de familia, fue mordido por un rottweiler y debió ser hospitalizado. Luego, la empresa de turismo colaborativo que lo ubicó en esa vivienda no quiso pagar los gastos médicos.
El diario Clarín publicó este martes un artículo del New York Times donde se narra el padecimiento de un turista estadounidense en nuestra ciudad, tras haber sido mordido por un rottweiler que le produjo serias heridas en uno de sus brazos.
Mike Silverman, de 58 años, viajó a Salta con su esposa. Estuvo en nuestra provincia a fines de marzo y se alojó en una casa de familia que forma parte del circuito de alojamiento de la empresa estadounidense Airbnb, que desarrolla un turismo alternativo llamado colaborativo, en los que no participan los hoteles, hostales ni otros similares.
La razón por la que muchos turistas optan por este tipo de alojamientos es por los precios exorbitantes de los hoteles. Pero parece que a Silverman lo estafaron de todas maneras, ya que se alojó en una vivienda salteña que le cobraba, a él y a su esposa, 60 dólares por noche, unos 600 pesos, una tarifa que no es ni por asomo la más baja de los hospedajes convencionales de la provincia.
En esa vivienda, Silverman fue mordido por un rottweiler, que le hirió gravemente su brazo derecho.
“Podía ver la arteria, los tendones expuestos y el músculo. Había sangre por todas partes”, contó. En el hospital, la pareja tuvo que dejar un depósito, antes de que lo admitieran y debió entregar el dinero en efectivo. Diez días después del ataque, algunas de las heridas no se habían cerrado.
Silverman debe haber desconcertado a Airbnb con su pedido de reintegro de los gastos médicos y gastos adicionales de alojamiento En un e-mail a Airbnb, escribió: “Existe también el dolor y el sufrimiento, al igual que, quizás, el daño permanente al nervio. Cuando cierro los ojos por la noche, lo veo arrancándome el brazo, y veo sangre por todas partes”.
Pero las respuestas de Airbnb lo apartaron con amabilidad. “Lamentablemente, según los términos de nuestro servicio, no podemos considerar ninguna solicitud de compensación en un escenario de responsabilidad como esta”, se excusaron en un principio. No obstante, ante la asistencia, la realidad cambió. Nick Papas, vocero de Airbnb, respondió en un e-mail: “Esta clase de incidentes son increíblemente raros, pero cuando suceden, tratamos de hacer las cosas bien. Fue un incidente terrible, y estamos negociando nuevamente con el huésped para ayudarle a cubrir sus gastos médicos y otros, además de haberle entregado un reintegro completo.”