Condenaron al guía cafayateño que abusó de la turista japonesa. En su momento, el entonces Ministro de Seguridad, Maximiliano Troyano, había tratado de apañar el hecho diciendo que la ponja también era responsable por un “exceso de confianza”.
La frase le costó el puesto a Troyano, que cayó. Pero cayó para arriba: el gobernador pensó (aunque pensar no es la palabra) que alguien con ese criterio no debía ser Ministro de Seguridad, así que lo nombró juez y ahora tiene la facultad de decidir sobre el resto de los confiados mortales.
El que sí cayó del todo fue el guía, Franco Fabián Magno: ayer le dieron cuatro año y tres meses de prisión al ser encontrado culpable del delito de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa.