La carta abierta que Jean Michel Bouvier remitió a Cristina Fernández amenaza con tener consecuencias inmediatas. Perfil aseguró que la presidenta podría apoyar una reapertura de la causa en Salta y que está dispuesta a reunirse con Bouvier que advirtió estar dispuesto a hacer justicia por mano propia.

La Carta Abierta a CFK está fechada el 9 de Octubre y se tramitó a través de Cancillería. En ella Bouvier señala que “Si regreso frecuentemente a la Argentina, especialmente a la provincia de Salta, es para oponerme con toda firmeza a esa negación de justicia de la que son víctima mi hija Cassandre y su amiga Houria, y de la que sufren todos los seres que les conocían y querían antes y después de su muerte, y todos los que han ido identificando con ellas tras el asesinato. En especial en su país, donde muchas personas se han movilizado contra ese odioso femicidio”, relata Bouvier.

“Seguiré pidiendo con determinación y constancia que se reabra el caso. Hasta morirme no pararé. La identificación de los ADN –huérfanos encontrados en el cuerpo de mi hija y de su amiga es una prioridad. Es el honor de la Argentina el que está en tela de juicio. Si las autoridades ejecutivas, legislativas y judiciales de la Provincia de Salta siguen privilegiando la inercia y la inacción, de ahora en adelante estoy dispuesto a transgredir uno de los fundamentos de mi consciencia moral: confiar en la justicia y rechazar la justicia personal. En 2009, es decir antes de la muerte de Cassandre, recuerdo haber sido impresionado por la determinación de uno de mis compatriotas, André BAMBERSKI, quien organizó el rapto del asesino de su hija Kalinka en Alemania, para que pudieran juzgarlo en Francia “, continúa. “Marcado por éxito de su proyecto, me siento hoy preparado para tomar las iniciativas, incluso las más descabelladas, para que se le haga justicia a mi hija”, sentencia.  “Le extiendo, Señora Presidenta, mi más profundo respeto, deseándole que la vida no le castigue nunca con enfermedades o con la pérdida de hijos o de nietos”, termina su carta abierta Jean Michel Bouvier.

La pericia  de los “retratos robots desde una huella ADN” o genotipos no está aprobada por ley en Argentina pero a través de una recomendación suscripto entre todos los países con Interpol, podría impulsarse el proyecto. Los únicos países que siguieron los lineamientos de la agencia de Inteligencia, fueron Estados Unidos, España, Holanda y Francia. El costo del estudio ronda los U$S 3.500 dólares, por lo que Bouvier primero lo solicita a la presidenta, pero está dispuesto a hacerlo en Francia o por medios privados en Estados Unidos.

En la causa judicial existen tres ADN, uno de mujer y dos de hombres que no fueron identificados en el Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la facultad de Medicina de Buenos Aires, a cargo del doctor Daniel Corach. Sin embargo, los ADN, fuera de los de los únicos imputados, Vera, Vilte y Lasi, si fueron determinados en un estudio realizado en Francia y otro en la Fundación Favaloro a cargo del doctor Eduardo Raimondi. Estas muestras halladas en el cuerpo de Cassandre y en su ropa podrían develar la verdad de los hechos, según los especialistas consultados.

Gustavo Lasi, el único imputado por el doble crimen, sería inocente y Bouvier lo visitará a mediados de diciembre en la cárcel donde está alojado. En “condiciones inhumanas”, según los familiares del condenado confirmaron a este medio. Cuatro serían los supuestos homicidas “reales”, según una carta anónima que recibió Bouvier en abril de 2014. Dos funcionarios del gobierno salteño, un diputado provincial y un familiar cercano del ex intendente de la ciudad de Salta. Todos ellos, estarían involucrados en el encubrimiento del crimen, como en la violación y posterior asesinato a sangre fría de Cassandre Bouvier. En el caso de Houria Moumni, no existen rastros de violación pero ambas murieron en manos de los mismos asesinos, según detalla el periodista Jean Charles Chatard en su libro “Crímenes en aguas turbulentas” traducido al castellano como “Francesas, autopsia de un doble asesinato”.

En su investigación, dedica un capítulo a esa carta anónima que recibió Bouvier. Se trata de una persona que participó de una fiesta en la que estuvieron la última noche con vida, Cassandre y Houria, y detalló paso a paso  lo que ocurrió esa noche. Fue testigo presencial y conocería a los verdaderos supuestos involucrados. “El crimen salteño encubriría delitos de hombres vinculados a la clase alta y a poderosas redes políticas, narcotráfico y feudalismo”, sentencia Chatard. En la investigación salen a la luz un sinnúmero de irregularidades “direccionadas” por el juez Martín Pérez, “premiado” con el cargo de camarista tras el proceso legal, insiste el periodista francés. “Se incriminó a dos  jóvenes inocentes, Santos Clemente Vera, Daniel Vilte Laxi. En el caso de Gustavo Lasi, único condenado a treinta años de prisión, existen dudas acerca de su participación”, explicó Chatard.

Tras un acercamiento con la familia de Lasi, el único imputado por la violación y doble homicidio, logra entrevistarlo en la cárcel el 21 de abril de 2014 por primera vez, donde se desata algo revelador que reiteró en otros encuentros con el investigador francés.

Lasi confiesa que luego de su detención, fue torturado por la policía provincial, por lo que se vio obligado a inculpar a Vera y a Vilte Laxi por un “pacto”luego de haber sido “amenazado” por el juez Martín Pérez para que asuma la responsabilidad. “El juez le dicta supuestamente el armado de los hechos que Lasi debía aprenderse de memoria”, explicó Chatard a Perfil.com.

En las últimas horas trascendió que al recibir la carta abierta, en Río gallegos,  la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, considera la reapertura de la causa e incluso se reuniría con Bouvier para asesorarlo en transformar la causa en “femicidio”. Esto habilitaría la imprescriptibilidad de la acción, aseguraron cercanos al Gobierno.