La última crítica de Juntos por el Cambio a la política sanitaria del gobierno de Alberto Fernández consistió en señalar que se les prohíbe la compra de vacunas a provincias, municipios e instituciones privadas. La abanderada de esa posición fue Patricia Bullrich, titular del PRO y mano derecha de Mauricio Macri.
Pero el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, señaló que ese debate no tiene ningún sentido porque no resuelve nada y admitió que la adquisición de vacunas no está prohibida.
Fue Santiago Cafiero quien salió a desmentir eso. La adquisición es de difícil concreción debido que el mercado no da abasto siquiera con las compras que hacen los Estados como tales.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y su ministro de Salud explicaron en conferencia de prensa que «Hoy esto no encuentra una solución en el mercado, por eso es un debate abstracto. Las empresas han comprometido toda su producción. Las contrataciones serían a fin de año o el año que viene», con esta aclaración dejó expuesta a Patricia Bullrich y su chicana política contra el gobierno nacional. La realidad es que los laboratorios están negociando con estados nacionales por todas las complejidades contractuales, pero no hay ley que impida que, Vicente López cierre un contrato con Pfizer u otro laboratorio, por ejemplo. El problema está en que ningún laboratorio les vendería nada en este momento.
«Tanto las provincias como la Ciudad de Buenos Aires pueden comprar vacunas por su cuenta, lo mismo que los privados. Eso no está prohibido en la Argentina. En la ley de vacunas está muy claro que no es el gobierno nacional el que debe comprarlas. Cualquiera que salga hoy al mercado a comprar las va a conseguir». Está claro que desde que el coronavirus se instaló como problema de la Argentina, la oposición no hizo otra cosa que cuestionar estrategias del Gobierno. Primero fue la extensión de la cuarentena y las marchas de oposición que sólo generaron más contagios. Cuando el Gobierno empezó a adquirir vacunas, la estrategia fue hablar de envenenamiento y el Presidente hasta fue denunciado por la compra de la Sputnik V. Después se pasó sin mediaciones a criticar la «lentitud» del Gobierno en la adquisición de vacunas y ahora que se regularizó el flujo, se oponen a las medidas adoptadas para enfrentar la escalada de casos de la segunda ola del virus y plantean que el Gobierno prohíbe la compra de vacunas a municipios y provincias, lo que también es falso.